La poca inversión pública dificulta a los más pobres subir en el ascensor social

Barcelona- Adiós al clasismo y al mito de lograr objetivos por ser «hijo de», para todos excepto para los más necesitados. Un estudio de la Fundación Bofill demuestra que, en los últimos 50 añosy hasta 2009, Cataluña se ha erguido como una sociedad meritocrática en la que el esfuerzo y la educación permiten la movilidad y escalar posiciones en el ascensor social.

Así lo indica el estudio «Educación y movilidad social en Cataluña», que se presentó ayer y está dirigido por Xavier Martínez y Antoni Marín. La investigación, realizada sobre 4.600 personas y 2.000 familias, atestigua que casi la mitad de los catalanes –el 46 por ciento–, logró escalar posiciones y consiguió vivir mejor que sus padres y sólo el 22 por ciento quedó limitado por su clase.

El adiós a una sociedad dictatorial, la industrialización y el repunte económico, así como las características sociales y culturales propias del territorio han favorecido que en el último medio siglo se haya podido escalar posiciones gracias al esfuerzo y el nivel educativo. No obstante, a pesar de que la rigidez social se ha reducido a la mitad y una vez que la sociedad catalana ha logrado aúpar el capital educativo, la sobretitulación universitaria entre los jóvenes ha estancado la movilidad social. A igualdad de títulos universitarios, se perpetuan las diferencias sociales y tienen más posibilidades de escalar socialemente los que ya estaban en lo alto de la pirámide social.

Para evitar entrar en una era de immovilismo social, los autores denunciaron que, dentro de la escasa inversión educativa, no se redirijan las políticas de becas hacia los alumnos más necesitados, claros objetivos del fracaso escolar –tres de cada diez alumnos–. «Acabamos gastando recursos públicos demasiado tarde, cuando llega el paro», lamentó el director de la Fundación Bofill, Ismael Palacín.

Puntos clave
NIVEL EUROPEO
La elevada tasa de ascenso social nos acerca a casos como los de Holanda o Suecia.
MERITOCRACIA
La educación determina la posición social y el factor clave para democratizar posiciones.
DESVENTAJAS
Los hijos de familias pobres padecen una diferencia de 14 a 1 para estudiar FP o un grado superior.
CRISIS
El riesgo de descenso social crece desde 2009, pero la movilidad sigue por la inercia anterior.