Estreno
Nivelazo
Nueve por uno, nueve; nueve por dos, dieciocho; nueve por tres, veintisiete; nueve por cuatro... Hasta aquí hemos llegado. La princesa del pueblo, proyecto de «candidatable» de una cadena de televisión llegó hasta ahí. Llegó hasta su máximo nivel de incompetencia. Laurence J. Peter hubiera tenido un gran ejemplo para exponer su principio. La «candidatable» no habló de macroeconomía, ni de PIB, ni del FMI, ni del paro. Nos quedamos en el fatídico nueve por cuatro.
¡Nivelazo! Sin embargo, algo de cordura queda. Entre esta Hispania de hoy que algunos nos quieren dibujar en platós de televisión y la Hispania de ficción de Antena 3, la audiencia no tuvo dudas. Las vicisitudes de Viriato y los romanos ganaron por goleada. La bisoñez y la cutrez no tuvo el resultado apetecido. Es de agradecer.
Berlusconi está que se sale. Sus últimos escándalos de sexo y drogas no llegan ni a la categoría de invento de la malvada prensa y la maquiavélica judicatura italiana. No. Sus últimas salidas de tono son «una venganza del crimen organizado». Se ha superado. No se sorprendan, es el propietario de la televisión que produce «candidatables». Es el mismo que colocaba en las listas electorales a señoras de buen ver. Su nivel no importaba. Más principio de Peter. Más nivelazo.
El apellido paterno no tiene por qué prevalecer «porque sí» según consta en la reforma del Registro Civil. Más principio de Peter. El proyecto no sólo no resuelve problemas actuales, como el de las madres solteras, sino que encima abre un conflicto en las familias. Eso sí, da soluciones: en caso de desacuerdo entre los progenitores aconseja recurrir al alfabeto. ¡Nivelazo! Casi, prefiero volver a la tabla del nueve.
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