Indignación en Toledo por el «ataque» al Corpus

El hecho de que el Ministerio de Defensa haya reducido la intervención de los miembros de la Academia de Infantería de Toledo en la procesión del Corpus ha provocado «indignación» en la capital castellano-manchega. Según diversas fuentes municipales consultadas por este periódico, la obligación impuesta a los militares de no rendir honores al Santísimo ha provocado un profundo malestar, «no sólo en el plano religioso o para los católicos, sino en el puro sentido de la tradición». En este sentido, añaden esas fuentes, «rendir honores es una cuestión de respeto, y en un país mayoritariamente católico y en una ciudad mayoritariamente católica y con una tradición tan arraigada, esos honores son una muestra de respeto a todo lo que eso significa para toda esa gente que acude a la celebración», y prohibirlos «es una barbaridad». Ya que Defensa no permite que se rindan los honores que se han rendido siempre, será el Ayuntamiento de Toledo, presidido por el socialista Emiliano García Page, el que supla la habitual participación en ese punto de los militares. Lo hará con la banda municipal y con la Policía local. Pero, aunque esas fuentes subrayen el máximo respeto a ambos organismos municipales, «los militares y Toledo tienen una relación muy íntima desde hace muchísimos años, y la gente quiere verlos en la procesión y en el desfile posterior, a la gente le encanta». Este año los verán, porque no se puede impedir su participación y, además, tras la negociación del alcalde con el Ministerio de Chacón, los uniformados podrán escoltar a la Custodia y cubrir la carrera, aunque los que esté formados a lo largo del recorrido no podrán cuadrarse a su paso.