Cataluña

El PP se erige como el único partido que frenará el secesionismo de Mas

Insta a los catalanes a «mojarse» si quieren que sus hijos vivan en una Cataluña unida

Sánchez-Camacho descubrió el cartel de campaña en Castelldefels, localidad donde gobierna el PP
Sánchez-Camacho descubrió el cartel de campaña en Castelldefels, localidad donde gobierna el PPlarazon

BARCELONA– Noviembre es un buen mes para practicar surf en las playas de la costa catalana. Hace dos años, Alicia Sánchez-Camacho supo aprovechar dos circunstancias excepcionales, un temporal de levante y un cambio en la dirección del viento, para subirse a una ola que un año después acabaría tiñendo de azul casi toda España. Esa ola le dio alegrías, un resultado histórico para el PP, 18 diputados, y un papel clave en el juego parlamentario.

Durante dos años, el PP ha ayudado al gobierno de CiU a salir a flote, le socorrió a la hora de sacar adelante los presupuestos y de contener un déficit desbocado, herencia del tripartito. Pero las ínfulas soberanistas de Artur Mas pusieron fin a la relación. El objetivo del PP ahora es evitar la mayoría absoluta de CiU. «Nos estamos jugando la convivencia y vamos a jugar hasta el límite», proclamó ayer Sánchez-Camacho en el arranque de campaña. Llamó a los votantes de CiU y PSC a «mojarse» si quieren que sus hijos vivan en una Cataluña unida. Y «mojarse» es votar al PP, «el único partido que puede evitar la mayoría absoluta de CiU», afirmó.

Campaña del miedo o verdad
CiU y PP andan ahora como el perro y el gato. Los nacionalistas auguran un escenario idílico para una Cataluña independiente, dicen que se situaría entre las 20 economías más competitivas del mundo y hasta aumentaría la esperanza de vida de los catalanes. El PP lo desmiente, insistirá a lo largo de la campaña en que la independencia es «una tragedia», entre otras cosas porque Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea. Incluso, en los vídeos electorales alerta de que una Cataluña independiente no podría pagar las pensiones y las prestaciones del paro.

Aunque el PP censura el avance de los comicios, el debate soberanista que Mas ha colado en la agenda electoral le beneficia, según el barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, que le da otro resultado histórico, 19 diputados en el Parlament. El PP intentará sacar partido a la delicada situación que atraviesan PSC y PSOE. Sobre todo, irán a por el voto de los socialistas desencantados del área metropolitana. No hubo más que ver dónde arrancó ayer la campaña: en Castelldefels, territorio del cinturón rojo conquistado al PSC en las municipales. Fue una sabia elección para recargar pilas, tras una extenuante precampaña que incluso ha dejado a Sánchez-Camacho sin voz. Su alcalde, Manuel Reyes, número dos de la candidatura popular, jaleado con fervor, atrajo a 400 simpatizantes al hotel Playafels y cargos del partido, como el ministro Jorge Fernández. Sánchez-Camacho recuperó la voz para avisar de que «CiU actúa como los trileros de las Ramblas: esconde una pésima gestión tras la bandera estelada». Los surfistas saben que cada ola es un mundo y subirse del acierto en las decisiones que se toman. Espera ahora en el agua una ola que le ayude a frenar la mayoría de CiU, siempre atenta de que el soberanismo no venza.