Mou nos da caña

Aviados estamos si lo mejor del primer derbi Madrid-Barça fue cuando Mourinho, con razón, se negó tras el partido a contestar a las preguntas de los periodistas que habían abandonado la sala de prensa, un día antes, porque fue Karanka quien los atendió en la tradicional rueda de prensa. Mi amigo Rogelio estaba entusiasmado con el «show» del portugués y, aun reconociendo que se equivocó al no comparecer el viernes, aseguraba que erraron más quienes le dieron argumentos para dejarlos después en evidencia. Más acierto hubieran tenido para el «plante» por haberlos hecho esperar hora y media sobre el horario previsto y no por la presencia del ayudante. Semejante tardanza sin justificar sí es faltar al respeto. Después, fueron ellos los que despreciaron al segundo entrenador merengue y ofrecimos carnaza al míster luso. Ya se lo escribí en alguna ocasión al jefe madridista, Florentino Pérez: «Debería hacer algo para controlar a su prensa forofa…». Dan la impresión de que, más allá de ellos, es la nada. Dicen cada cosa … Se han ganado sobradamente lo de «caverna de la Meseta». El viernes demostraron tics con pretensiones de mando sobre los clubs. Es curioso que, tras el empate, en general no se ensañaran al analizar el planteamiento de Mourinho, quien despreció la calidad deportiva de sus jugadores durante al menos todo el primer tiempo. Con ese planteamiento, regalar la pelota al Barça constituye una especie de suicidio y el reconocimiento de su superioridad futbolística. De cualquier forma, en lugar del desacierto de dar la espalda a las responsabilidades informativas, deberían agradecer la presencia del portugués, que les regala diariamente algo de lo que escribir. Así es la vida.