Actualidad

2011 por Idoia Arbillaga

La Razón
La RazónLa Razón

Éste ha sido para mí uno de esos años en que sabes que en Nochevieja, cuando brindes con tu gente, te dirás: «Uf, qué año, quién me iba a decir a mí la Nochevieja pasada que viviría tantas cosas». Hay años que provocan mudanzas en tu concepto de la familia, del amor, cambios en el trabajo… Y hay años que provocan todas estas mudanzas a la vez. Mi insignificante vida bien puede ser reflejo de un año internacionalmente muy convulso, Occidente chirría, los engranajes del capitalismo más desbocado no parecen resistir su propia ferocidad. Se exigía una renovación, y no hay renovación sin crisis. La crisis es general, en España ha provocado un cambio político en la presidencia. Miles de personas se han echado a la calle para protestar, un movimiento sin precedentes ha influido en el mundo entero. Ya era hora de que los jóvenes salieran de su cómodo pasotismo, los jóvenes y los menos jóvenes, las calles se han llenado de indignación. Muchos critican que adolezcan de afinidad política y líder definido. Creo que precisamente eso es lo que les ha dado fuerza, se trata de una crítica abierta a la forma de hacer política y economía en este país. El mensaje es claro: «Esto es un desastre y hay que cambiarlo, vosotros sois los gestores, arregladlo». Los movimientos de protesta son diversos: los wikileaks divulgando información acerca de corruptos, los Anonymous robando cibernéticamente –no es legítimo- a las multinacionales para dárselo a los pobres, y muchos otros; han caído dictadores, abandonado las armas grupos terroristas…. Las desigualdades económicas demasiado abruptas destrozan los estados, y la corrupción de los dirigentes termina destrozando países, la gente no es tonta y protesta, y yo me alegro.