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Internet

El «Facebook» de la cárcel

Al más puro estilo «Escribe un carta a un preso», cumple el décimo aniversario una red social que ponen en contacto a los reos con el resto del mundo. Amistades y romances capaces de romper los barrotes de las prisiones 

El «Facebook» de la cárcel larazon

Constituye una red social bastante peculiar y este año celebra sus primeros diez años de vida, desde su puesta en marcha. La página www.writeaprisoner.com es un Facebook para los reclusos que cumplen condena en EE UU. La web funciona más o menos como cualquier otra. Permite a los reos recibir cartas de ciudadanos anónimos quienes, tras un tiempo, se convierten en amigos… o algo más. Unos 800 reclusos cumplen condenas de cadena perpetua y más de 100 aguardan para ser ejecutados.


Entre las tres mujeres que esperan está Kerry Lyn Dalton, una californiana de 45 años. En su perfil muestra una foto en la que se ve risueña, y con unas inmensas ganas de vivir. Hasta ahí todo es igual que en otras redes. ¿La excepción? «Desde 1992 estoy en el corredor de la muerte, acusada de asesinato y atraco a mano armada», explica Kerry. Reconoce que está «segura de que al leer su condena algunas personas se asusten». Reitera que no es «culpable y estoy tras las rejas sin que las autoridades descubrieran el cuerpo del delito, e incluso sin estar relacionada con la escena del crimen o que existiera un arma incriminatoria». La reclusa afirma: «Soy inteligente y bastante decente, capaz de mantener conversaciones serias. ¿Físicamente? Me encuentro en muy buena forma. Soy bastante alta, mido 1,73 y bailo en secreto. Me encanta la música. Es mi forma de escape». Entre tanto, llega su hora y Kerry seguirá viviendo en la sombra, imaginándose una vida más allá de los barrotes de cada día.

Características
Con una simple búsqueda se comprueba que hay más de 5.600 perfiles registrados. De ellos, 1.971 blancos, 1.937 afroamericanos, 1.062 hispanos y 43 asiáticos. También hay 587 nativos americanos. Sólo el 8,4 por ciento de los perfiles corresponde a mujeres. Cualquiera tiene acceso a la web y es personal ponerse en contacto con los presos.
Los más románticos envían cartas «al viejo estilo», como aquellas que quedaron atrás y llegaban con el cartero, pero la mayoría prefiere el correo electrónico. Los creadores aseguran que, además de la familia y los amigos de los reos, se han registrado también jueces, militares, abogados y miembros de grupos religiosos que tienen una participación muy activa. Se aclara en la web que los prisioneros reciben su correspondencia sólo dos veces al mes. Como en todo portal, hay unas reglas básicas que se deben respetar, como el envío de hasta cinco correos electrónicos por mes o evitar un lenguaje inapropiado. El contenido de las cartas es revisada. «Sabemos que esta página resulta rara para algunos. No nos hemos olvidado que la gente va a la cárcel como una forma de castigo por los crímenes que ha cometido. También hay otros que son enviados a prisión para corregir errores y conseguir rehabilitarse», dicen los creadores.
 

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