Nueva York

Escalofrío en Nueva York

La herida sigue abierta para muchos estadounidenses, que no han podido evitar rememorar los atentados del 11-S al ver lo que ocurría en Noruega 

Sañudo
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Al neoyorquino Ian Dutton le recorrió un extraño y a la vez familiar escalofrío por la espalda cuando vio la respuesta de los servicios de emergencia en Oslo después de la explosión del viernes. Según explicó a la cadena CNN, «fue la misma sensación» que tuvo con los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York.

«La mayoría de las ventanas se rompieron», explica Dutton sobre la explosión cuando quedan pocas semanas para que se cumpla el décimo aniversario del 11-S.
Mientras, el presidente Barack Obama indicó que «Estados Unidos y Noruega deben trabajar juntos para prevenir este tipo de ataques horribles».

Odiosas comparaciones
En la revista «Foreign Policy» el profesor de Georgetown Daniel Byman escribió un artículo en el que comparó lo ocurrido en Noruega con el atentado de 1995 en Oklahoma. Entonces, una bomba que explotó en el edificio federal Alfred P. Murrah terminó con la vida de 168 personas, incluyendo 19 niños de menos de seis años de edad. Byman aprovechó el texto para poner de manifiesto que «Estados Unidos se mantiene vulnerable a la violencia, debido o no al terrorismo. Los tiroteos en Columbine y Virginia Tech y los muertos en el ataque a la congresista Gabrielle Giffords son recordatorios dolorosos de lo fácil que es para algunos individuos coger una pistola y matar a un número grande de personas. De hecho, con lo sucedido se hace más llamativa la relativa seguridad de Estados Unidos contra los terroristas después del 11-S», apuntó el experto en Estudios del Programa de Seguridad de Georgetown.

Estados Unidos parece no haber superado todavía el hecho de haber recibido un ataque en su territorio. Siempre en alerta, mira con recelo a cualquier persona que pueda ser sospechosa de terrorismo. Estos criminales no son individuos sin recursos o poca formación que simplemente quieren ser mártires. Ahora están bien financiados y hay razones para pensar que Al Qaida tiene operativos en diferentes partes dentro del país.

Mientras Noruega intenta entender qué ha ocurrido, los estadounidenses siguen atónitos frente a lo que ha ocurrido. Algunos se preguntan qué lecciones deben aprender de los ataques de Oslo que no hayan tenido en cuenta ya después del 11 de septiembre, el tiroteo de Virginia Tech de 2007 o el de Arizona de principios de año. Quizá, asumir que no pueden estar siempre cien por cien seguros.