Barcelona
Mourinho no piensa en el Barça
Sólo preocupan Mallorca y Osasuna. Compara altas y bajas con puertas del «Far West». Sobre la situación por las lesiones: «No es tan dramática»
El técnico luso todavía no avista la nave azulgrana en el horizonte. Los problemas del equipo en ataque son más inquietantes por el último 0-0 ante el Bayern de Múnich, que dejó en evidencia los problemas del equipo para hacer gol. El portugués aleccionó a sus jugadores durante la sesión de ayer en Valdebebas y espera que los próximos partidos ante Standard de Lieja, mañana, y Peñarol, el siguiente martes, sirvan para que el equipo corrija errores. A pesar de esto, Mourinho sabe que todavía es pronto y ahora sólo piensa en Mallorca y Osasuna, sus dos primeros rivales en la Liga.
Las bajas por lesión en la plantilla se han sucedido en la última semana; a los defensas Garay y Pepe, se sumó ayer la del centrocampista Mahamadou Diarra. La situación, para Mourinho, «no es tan dramática». El malí se perderá las dos próximas semanas de competición y no se ejercitó ayer junto al resto de sus compañeros. Marcelo sí lo hizo tras superar los problemas físicos que arrastraba desde el partido en Múnich.
Las últimas malas noticias sobre lesiones y escasez goleadora no son razones para que José Mourinho no esté satisfecho con su equipo. «Estoy contento con los jugadores que tengo a mi disposición. No puedo esperar más de lo que el equipo me está dando con el poco trabajo que llevamos realizado. Obviamente, no somos tácticamente un equipo, pero la mentalidad es buena. Ahí sí somos un equipo», subrayó el portugués tras el entrenamiento de ayer en Valdebebas. El Bayern era un rival más rodado, algo que también comparte con el próximo rival del Madrid: el Standard de Lieja, que comenzó la Liga belga a finales de julio.
No vio la Supercopa
Los belgas de Lieja y Peñarol son las dos últimas pruebas del Real Madrid antes de afrontar el primer partido de Liga contra el Mallorca. Éste es uno de los equipos que «Mou» tiene en la cabeza; el otro es Osasuna. Ambos serán los primeros obstáculos en el camino del club blanco. Aunque el Barcelona será, una vez más, el rival a batir en España y Europa, el luso todavía no piensa en los catalanes. Cuando le preguntaron si vio la final de Supercopa entre Sevilla y Barça, Mourinho fue tajante y dijo que ambos rivales están lejos en el calendario madridista y que, de momento, sólo piensa en baleares y pamplonicas.
El entrenador madridista es consciente de las posibles altas y bajas de última hora en el equipo a menos de dos semanas del comienzo de la Liga. Este asunto en el Madrid, dijo, se parece en la actualidad a las puertas de una película del Oeste, en donde las hojas pueden batir tanto hacia adentro como hacia afuera.
La línea que más se ha reforzado ha sido el centro del campo y sobre la posible llegada de otro centrocampista, Özil, «Mou» ha dicho que no se puede renunciar a un gran jugador. En el esquema del nuevo técnico la pieza inamovible es Iker Casillas, tanto en el inicio como cuando llegue el Barcelona. Mourinho dijo de él que está en el Real Madrid para parar y por esa razón es el mejor del mundo. El capitán no deja lugar a dudas, ni en España ni en el Madrid.
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