Bilbao
Una voz contra ETA
Centenares de miles de personas se manifiestan en Madrid contra cualquier disfraz de los abertzales. La cúpula de los populares arropa a las víctimas. - «Si ETA va a las elecciones será porque Zapatero lo ha permitido»- «Batasuna estará en las instituciones de una forma u otra»
Centenares de miles de personas recorrieron ayer las calles de Madrid desde las cinco de la tarde para exigir al Gobierno que impida a ETA entrar en los ayuntamientos. Bajo el lema «Por la derrota del terrorismo: ETA fuera de las elecciones» las víctimas aunaron sus voces para rechazar la presencia de los terroristas bajo cualquier disfraz. «Ni bajo las siglas de Sortu ni a través de agrupaciones de electores ni "empotrada"en ningún partido legal».
Si Bildu, el relevo de Sortu para alcanzar la meta abertzale de estar presente en las elecciones, consigue concurrir en los comicios del 22-M será porque el «Gobierno no ha sido capaz de impedirlo», insisten. La marcha se convirtió también en una dura crítica al Ejecutivo después de que se hayan conocido las actas de la negociación con ETA y el chivatazo del «Faisán» y se escucharon numerosas consignas en su contra.
Era la primera vez que las víctimas acudían tan unidas bajo un mismo fin: derrotar a ETA. La marcha, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), también contó con una amplia representación del PP, encabezada por la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, pero con la ausencia del líder del PP, Mariano Rajoy.
Minutos antes de comenzar la marcha Cospedal resaltó que «el PP estará siempre con las víctimas del terrorismo», y subrayó que el mensaje de su partido «es muy simple» y consiste en que «ETA, se llame como se llame, no puede estar en las elecciones ni en las instituciones». El vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, destacó antes de incorporarse en la cabecera que la manifestación «no es contra el Gobierno, sino contra ETA», aunque dijo que echaba en falta a «Zapatero, Rubalcaba y Chacón».
Y es que ningún miembro del Gobierno o del PSOE estuvieron presentes. De hecho, las víctimas se quejan de que algunos miembros del PSOE mantienen un doble discurso sobre ETA e incluso han llegado a pedir «una oportunidad» para Sortu. Tres cuartos de hora antes del inicio oficial de la marcha, la zona ya estaba tomada por cientos de voluntarios con chalecos fluorescentes que se esforzaban en mantener el orden.
La cabecera de la manifestación se fue nutriendo de representantes de las asociaciones adheridas a la marcha que, a medida que avanzaban desde Bilbao en dirección a la plaza de Colón, eran aclamadas por los manifestantes. Más atrás, en tercera fila se encontraban los políticos que habían acudido a arropar a las víctimas.
Entre ellos, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el número dos de Aguirre, Ignacio González acompañado por Francisco Granados y Javier Fernández Lasketty; el PP vasco encabezado por Antonio Basagoiti, miembros del PP navarro o los diputados Jaime García Legaz, Ignacio Astarloa y la líder de UPyD, Rosa Díez, entre otros. Los más aplaudidos a su llegada fueron Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz, al igual que Álvarez del Manzano, que se incorporó una hora más tarde.
Minuto de silencio
Una vez llegó la cabecera a Colón se guardó un minuto de silencio que acabó con un sonoro aplauso. En las pantallas situadas en la plaza se proyectó un vídeo donde varias víctimas del terrorismo y ciudadanos recordaban que los abertzales, por muchos disfraces que se pongan, tienen «mismo ideario, mismas reivindicaciones, mismo peligro. Sería una traición a las víctimas del terrorismo». Otras calificaban de «vergüenza» la posible legalización de los abertzales a quien denominaron como «una agrupación de asesinos».
Después del vídeo, tomó la palabra Conchita Martín, viuda del teniente coronel Blanco, en representación de todas las víctimas en el ámbito militar; Mari Mar Blanco, en el ámbito político, y Daniel Portero por las víctimas del mundo de la judicatura. Mari Mar Blanco recordó que el asesinato de su hermano fue posible porque un concejal de HB en Éibar (Guipúzcoa) prestó ayuda a los secuestradores y asesinos de Miguel Ángel y dijo que ETA «es un problema presente, no pasado».
El más crítico fue Daniel Portero, hijo del fiscal jefe de Andalucía, Luis Portero, asesinado en 2000, al asegurar que la Audiencia Nacional es «cómplice» de la banda por dejar en libertad en 2009 a varios dirigentes de Batasuna que hacen ahora de «correa de transmisión» con la dirección etarra. Portero dijo que al Gobierno «no le debe temblar el pulso» para ilegalizar a cualquier formación «que pueda ser fagocitada por ETA-Batasuna», en referencia a Bildu, y le sugirió a Rubalcaba que en vez de utilizar una lupa para mirar las actas de Bildu emplee un «microscopio» porque intentarán buscar cualquier resquicio para colarse.
Además, advirtió de que su asociación llegará «hasta el final» en el caso del «chivatazo» a ETA, y rompió unos folios de los que, dijo, eran las actas levantadas por la banda terrorista con el Gobierno.
El Gobierno vende sus logros
A pesar de que ningún miembro del Gobierno ni del PSOE acudió a la marcha, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, dijo ayer que cuando las manifestaciones son convocadas por las víctimas merecen todo el respeto, mientras aseguraba que el Gobierno está «respondiendo a su demanda de hacer justicia y de liquidar la violencia». Desde Huelva, la ministra de Defensa, Carme Chacón, optó por resaltar también los logros en la «lucha contra ETA».
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