Al cole a la última

La 74 edición de la Feria Internacional de Moda Infantil (FIMI), que se inauguró ayer en Valencia, muestra hasta mañana las tendencias para vestir a los más pequeños de la casa durante el próximo otoño e invierno.

El desfile de apertura corrió a cargo de la firma Tuc Tuc. Rayas, flores, cuadros y lunares inundaron una pasarela que tenía una única inspiración: las ganas de jugar de los niños. Así, una por una, las prendas rindieron homenaje a una infancia que huye del aburrimiento y luce los colores de la temporada, entre ellos, el morado, fucsia, gris o el verde -que, junto a un imprescindible azul marino, dibujan «looks» muy cañeros. La firma no se olvidó de los estilismos tiernos para los bebés, con cortes cómodos y funcionales en tonos muy cálidos que entusiasmaron a los asistentes a la cita.

Canto al romanticismo
Durante las tres jornadas que dura el FIMI, también podrán disfrutar de las últimas creaciones de la marca Bambolina. Inspirada en el París bohemio y elegante, la ropa rebosa de corazones para convertir la pasarela en un canto al romanticismo. Abrigos de paño de lana en gris antracita y pichis de terciopelo adornados con cristales de Swarovski marcan la pauta de una colección que rompe esquemas con las camisetas de algodón delavado con grandes letras en «print used effect» o aplicaciones de fieltro.

«Legend» es el título de la línea de Bóboli, compuesta por una gran variedad de tejidos y estampados que, para las niñas, se aglutina en torno a un denominador común: el tono frambuesa. Una combinación entre estilo retro y urbano en la que predominan los ricos bordados y la mezcla de tejidos. Para niños, esta firma se traslada a Nueva York y regala estampados y temática «skater»,inspirada en la ciudad de los rascacielos.

Hippie es la propuesta que presenta Boho Chic, una firma que abandona esquemas pretederminados y muestra prendas desorganizadas y desaliñadas que crean un estilo único.

En esta misma línea, Oh! Soleil invita a los asistentes a su desfile a un viaje por los Alpes austríacos. Abrigos de cuello mao, gorros y capotas imprimen calidad a unos diseños realizados, en su mayoría, en terciopelo al agua y lana. Asimismo, las faldas y vestidos, que evocan a los años 70, se unen a cálidas prendas acolchadas, para proteger a los más pequeños del frío invernal.

La empresa Oca-Loca, sin embargo, se vuelve muy «british» al dibujar toques urbanos y «collages» en mil y un tejidos, como el «tweed», el pelo o los materiales acolchados, que dejan paso a pequeños detalles «naif» con aires masculinos. Es más, las prendas son un claro ejemplo de confort y diseño que sorprende al público con atractivas propuestas.

No faltaron tampoco las colecciones de Elisa Menuts, Cóndor, Larrana, Girándola, Lea Lelo y Susana Mazzarino, Lourdes, Paglie, Pan con Chocolate y Tumblen Dry, todas ellas en el marco de una edición moderna, en la que tienen lugar desde encuentros de «bloggers», charlas, ventas y, sobre todo, los innovadores modelos del negocio de la moda.

Los más «fashion» de la casa
Innovadora y vanguardista, la Feria Internacional de Moda Infantil (FIMI) se ha erigido ya como la plataforma en la que estar al tanto de las últimas novedades en ropa para niños. En esta edición, la necesidad de reinventarse en tiempos de crisis ha sido la clave de un certamen que huye del aburrimiento y convierte a los más pequeños en los verdaderos reyes del panorama de la moda. Sin embargo, todas las firmas y marcas, como «Girándola» (en la imagen), que participan no olvidan una máxima común: la comodidad.