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Kirchner quiere hablar con Cameron sobre la soberanía de las Malvinas

La reclamación de reabrir las negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas es habitual por parte de Argentina en todas los foros internacionales.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió hoy, en la VI Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe, al nuevo Gobierno británico la reanudación de las negociaciones sobre la soberanía de las Islas malvinas.

En su discurso en la inauguración de la cumbre, la presidenta, tras hacer un llamamiento en favor del "multilateralismo", y saludar al nuevo primer ministro del Reino Unido, David Cameron, pidió por favor reanudar las negociaciones sobre "la soberanía de las Islas malvinas", conforme a la resolución de Naciones Unidas de 1965.

"Somos un país de paz, no se nos puede cargar lo sucedido en la dictadura militar que nada ha tenido que ver con la idiosincrasia argentina", afirmó la presidenta, que evocó cómo personajes ligados a dictaduras, como el fallecido dictador chileno Agusto Pinochet, "fueron tan bien recibido en la países de la Unión Europea".

Tras señalar que Argentina se pone en este asunto "no en el lugar de los victimarios sino de las víctimas", reivindicó "que todos los países del mundo"queden sujetos a las resoluciones de la ONU. "No puede haber un doble estándar", agregó Cristina Fernández.

La reclamación de reabrir las negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas es habitual por parte de Argentina en todas los foros internacionales.

Argentina y el Reino Unido mantienen una disputa por la soberanía de dichas islas, situadas en el océano Atlántico, desde 1833 y que fueron invadidas por tropas argentinas en abril de 1982.

La invasión desató una guerra que concluyó en junio de ese año con la rendición del país suramericano y el resultado de un millar de muertos en las tropas de los dos países.

 

Advertencia a la UE

Kirchner, advirtió hoy al inicio de la VI Cumbre UE-América Latina y Caribe que los países latinoamericanos ven "con mucha preocupación"el "trato discriminatorio"que sufren los inmigrantes en las naciones más desarrolladas, y pidió a sus socios europeos que no promuevan leyes discriminatorias.

 

La jefa del Estado argentina avisó de que no sería la primera vez en la historia en que, "en momentos de crisis y de desesperación social", las sociedades buscan culpables en "determinadas comunidades", y que ahora en los países desarrollados se está convirtiendo a los inmigrantes en "adversarios o enemigos"cuando lo cierto es que, según destacó, los emigrantes huyen del subdesarrollo y llevan a cabo trabajos que los ciudadanos del país de acogida no quieren.

Fernández recordó a los europeos que hace un siglo Argentina fue "ejemplo"de acogida para españoles, italianos y otros europeos, que encontraron allí "un lugar seguro donde trabajar"y "un plato de comida". "Esta presidenta es nieta de españoles", puntualizó.

En la misma línea, subrayó que su Gobierno acaba de aprobar una nueva ley que regularizará la situación de 700.000 inmigrantes de la "segunda oleada"recibida por el país, principalmente bolivianos, uruguayos y paraguayos.

La mandataria argentina, que intervino en la sesión de inauguración en su condición de presidenta actual de Mercosur, reclamó además "en nombre del multilateralismo"la reapertura de negociaciones con Reino Unido sobre la soberanía de las Islas Malvinas, conforme a una resolución de la ONU de 1965 que "sigue incumplida".

Fernández recalcó que Argentina "es un país de paz"y que no se puede "cargar"en la cuenta de sus gobiernos democráticos las acciones de gobiernos dictatoriales de los que los propios argentinos fueron víctimas.

 

Es más, dijo a los europeos que esos gobiernos, "que no fueron reconocidos por sus ciudadanos"sí lo fueron por los países occidentales, incluso algunos, como el chileno Augusto Pinochet, recibidos en Europa.

Así, argumentó que todos los países deben someterse por igual a las resoluciones y los dictados de la ONU, para no construir un mundo que tenga "cada vez más contradicciones". La presidenta argentina hizo un llamamiento además a llevar a cabo las reformas financieras internacionales de las que se habla desde hace dos años para lograr una verdadera salida de la crisis.