San Antonio
Las nubes dan una tregua a los crucificados
El Carmen estrenó la cruz de guía y el Cristo del Buen Fin dio con la cruz en el dintel de San Antonio de Padua.
SEVILLA- Un Miércoles Santo con sabor a epílogo. Cuando uno vio ayer un paso de palio tuvo la sensación de que era el último de la Semana Santa. Una percepción de despedida que se extendió entre el numeroso público que se agolpó en el centro para ver las cofradías. Porque el tiempo –el mal tiempo– ha sido el protagonista de la primera mitad de la Semana Mayor y, desgraciadamente, lo será todavía más a partir de hoy.
Tras un Martes Santo nefasto, el día amaneció ayer con nubes amenazantes. Pero el sol iba ganando la batalla paulatinamente. Por eso, la hermanad de La Sed no se lo pensó ni un segundo y puso su cortejo en la calle. Muchos vecinos del Cerro del Águila que se quedaron sin ver a su cofradía se acercaron a la parroquia de la Concepción Inmaculada de Nervión para contemplar las largas filas de nazarenos negros de la primera hermanad de la jornada. Su decisión animó al resto de corporaciones, a pesar del 60 por ciento de riesgo de precipitaciones que marcaba la Agencia Estatal de Meteorología.
El paso del Cristo de la Sed –volvió a salir sin potencias ni corona de espinas– lució un monte de lirios morados mucho más elevado de lo habitual. Las grandes dimensiones de las andas y la nueva loma daban un aspecto descomunal al conjunto. Gana mucho más la Virgen de Consolación con el atuendo decimonónico que viene luciendo en los últimos años, a pesar de que es una obra de finales del siglo XX.
San Bernardo dejó estampas clásicas en el puente y en la Puerta de la Carne, que fue una fiesta antes de que llegaran el Cristo de la Salud y la Virgen del Refugio. Todo permanece igual. No hay estrenos, sólo el buen hacer de una cofradía hecha a sí misma y con un estilo muy marcado.
En cambio, el Carmen Doloroso es el ejemplo de un cortejo joven en plena transformación. Estrenó la cruz de guía y la gloria del palio, entre otros enseres. Esta vez las puertas de Omnium Sanctorum sí se abrieron para dejar salir a un cortejo de nazarenos. Especialmente difícil fue la salida de la Virgen del Carmen por la ojiva del templo.
A media tarde el centro era un hervidero. Hoy es festivo y se notó en la jornada previa. El Miércoles Santo se está convirtiendo en uno de los días más multitudinarios de la Semana Santa tras el Domingo de Ramos y la Madrugá. El Baratillo fue quizás la cofradía que congregó a más público en su salida. La Piedad y la Virgen de la Caridad, otro de los grandes clásicos del Miércoles, dejaron patente que son las grandes devociones populares del barrio del Arenal.
Cruces y más cruces. La jornada central de la Semana Santa está llena de crucificados. De centro y de barrio. De capa y de cola. Como el del Buen fin, que desde San Vicente dejó su impronta austera y franciscana. A la salida, la cruz dio con el dintel de la puerta de San Antonio de Padua. El palio de la Virgen de la Palma también tuvo un percance. Se enganchó una de las bambalinas laterales del paso y el movimiento fue mucho más limitado. Espectacular petalada la que recibió al llegar a la Campana.
Por contra, el Cristo de Burgos es un crucificado solemne y sin música. Pasó por debajo de las «setas» de la Encarnación, aunque su hermano mayor fue uno de los primeros en dar la voz de alarma del choque estético que se produciría en Semana Santa. El tema ya está superado.
Las últimas cofradías procesionaron con algo más de frío en el ambiente. ¿Un presagio? La Lanzada no dejó indiferente a nadie, Las Siete Palabras siguió su estética de otra época y la Virgen de Regla, de la hermandad de Los Panaderos, procesionó antes de ir a Madrid en agosto.
DETALLES
FLORES
- Los lirios fueron los protagonistas de la jornada. La mayoría de los pasos de cristo lucieron esta flor. San Bernardo apostó por el tradicional clavel rojo.
MÚSICA
- Las marchas dedicadas a la Macarena comienzan a presagiar su presencia. La Virgen del Refugio salió a los sones de «Aniversario macareno». La banda Esencia se estrenó tras el misterio de Las Siete Palabras. La Centuria Macarena cumplió 20 años tras el Cristo del Buen Fin.
COSTALEROS
- Especialmente difícil fue la salida del palio de Madre de Dios de la Palma. Los costaleros se colocaron de rodillas para salvar el medio punto de la parroquia de San Pedro. Las cuadrillas del Baratillo dejaron un buen regusto en la Avenida, puesto que la hermandad considera este punto su barrio.
AMBIENTE
- Los sevillanos se echaron a la calle dados los nefastos pronósticos para hoy. La Alfalfa y el entorno del Duque fueron puntos muy conflictivos. El puente de San Bernardo también fue un enclave con bullas.
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