«Lo mataron pero no por encargo»

Sevilla- El catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla, Luis Frontela (Melilla, 1941), fue perito de dos de las familias de las víctimas.
–La aparición de distintos tipos de vellos indicaba que como mínimo participaron dos personas y como máximo siete. ¿Por qué todo quedó en Anglés y Ricart?
–Encontré cuatro grupos de pelos de cuatro personas distintas. Uno de ellos era de Anglés, otro de Ricart y los otros dos no, porque no se investigó.
-En un trozo de alfombra se encontraron datos importantes.
–Efectivamente, pero en un momento dado nos mandaron un telegrama del juzgado para indicarnos que había que devolver inmediatamente todas las pruebas que hubiésemos encontrado y las muestras en un plazo de veinticuatro horas. Ahí se acabó nuestra investigación.
–Eso quiere decir que no le dejaron investigar a fondo.
–No, porque cuando comenzamos a descubrir algo, por ejemplo restos de esperma, tuvimos que devolverlo todo.
–También criticó que los forenses de Valencia lavaron los cuerpos antes de enviárselos.
–Fue mucho más lamentable otra cosa. Si sabían que yo iba a hacer una segunda autopsia, ¿por qué amputaron las cabezas, las manos y todos los genitales de las niñas? Eso fue mucho más penoso. El cadáver hay que conservarlo en condiciones parecidas a cómo estaba originalmente.
–¿Por qué sucedió aquello?
–Sospecho por qué lo hacen. (Silencio) Sólo le voy a decir una cosa: cuando hago una segunda autopsia, siempre he revelado cosas. Una forma de no descubrir nada es no dejar nada.
–¿Qué pasó en la caseta cuando aparecieron los cuerpos?
–Muchos fallos técnicos. Hay que desenterrar los cuerpos con una metódica muy especial que allí no se utilizó, lo que explica que se perdieran pruebas.
-¿Piensa que el crimen lo cometieron dos personas?
–Intervinieron al menos dos. Mientras que una sujetaba los miembros inferiores, el otro realizaba las agresiones sexuales. Posiblemente había tres o cuatro. Se ha tejido una idea de que Anglés y Ricart eran dos comparsas y que detrás había alguien con poder. No sé si eso es cierto, lo que sí creo es que a Anglés lo mataron.
–¿Cómo llega a esa conclusión?
–Creo que en un momento dado Anglés salió corriendo porque alguien iba detrás de él. No creo que fuese un crimen por encargo. Sí un suceso de una maldad que supera la del ser humano, no creo que hubiera nadie detrás con poder.