Robayna y un tesoro de isla

Desde su emblemática revista «Sintaxys» (1983-93), Sánchez Robayna argumentaba una equivalencia universal entre insularidad y creación poética. Ofrecía ahí, en primicia, por ejemplo, ese texto impagable que es «Isla cofre mítico», de Eugenio Granell, o los diarios de Lezama Lima, cuyo aserto «La ínsula distinta en el Cosmos, o lo que es lo mismo, la ínsula indistinta en el Cosmos», podría sintetizar este «Cuaderno», que es, al cabo, una poética del autor. A través de aforismos (género-isla), se ofrece un exhaustivo y sugerente despliegue de citas y reflexiones sobre diversos espacios insulares del planeta (una isla, también) que conduce a una celebración de la «epifanía» insular bajo su irreductible «sentimiento oceánico». Complementado con una antología esencial de versos sobre islas de grandes poetas (Yeats, Juan Ramón, D. Walcott...), el libro es también un excelente contrapunto en los tratados insulares.
Curiosamente, con algunos de sus materiales predilectos –Lezama, Quesada, Sarduy, San Borondón...–, otros autores apuestan por una especificidad insular atlántica; o, en algunos casos, por una dicotomía frente a lo peninsular. La definición de L. Álvarez Cruz, por ejemplo, «Isla es una porción de tierra rodeada de "teorías"por todas partes», Robayna la singulariza en «Deseo», en pos de «la pureza arcaica», prístina, del espacio-isla. Tan apasionante como irresoluble es la dialéctica entre la tensión semántica y su vaciado, por el que, en coherencia, se decanta: «La isla no separa ni recluye: singulariza». Su acotación primordial es la isla de la escritura: «Un poema es una isla de lenguaje en el mar del silencio».

Sobre el autor
Poeta y traductor, ha recibido el Premio Nacional de Traducción y el de la Crítica
Ideal para...
conocer las claves de la fascinación que ejercen las islas en cualquier región del planeta
Puntuación 8