La Duquesa bailará con el príncipe Carlos por Jesús Mariñas

El lunes sale de Madrid el grupito Porcelanosa donde destaca por primera vez la presencia casi egregia de Cayetana de Alba, que por fin asistirá al baile en Buckingham Palace. Ya intentaron llevarla el pasado septiembre a la nada palaciega cena de Escocia, también con el heredero inglés poniendo la mano para recaudar fondos para su Fundación.

Es el pretexto utilizado al máximo para animar a grupos publicitarios a vender como algo excepcional estas citas con faldita escocesa incluida, una prenda a la que Charles es adicto y que allí se considera símbolo de masculinidad. La Duquesa estará acompañada de su hijo Cayetano y parece que también irá la tierna Tamara Falcó que, definitivamente, es seguidora del carrerón de mamá mientras Anita Boyer –que estudia en EE UU– siempre se muestra reacia.

El grupo de los azulejos lo encabeza un Manuel Colonques cada día más clónico de Valentino: me aseguran que lo está pasando mal con la investigación fiscal por presunto fraude o evasión. Tampoco es el mejor momento de la espectacular Nati Abascal tras difundirse el vídeo de su hijo Luis saliendo alegre de Fortuny. El empresario castellonense y el maestro de alta costura –como su sucesor ya se perfila a Elie Saab– semejan gemelos en lo que a repeinado y sonrisa congelada se refiere. Sus apariencias engañan porque lo que el italiano tiene de pose rígida y hasta incómoda, Colonques lo ofrece en llaneza, naturalidad y sencillez, a veces adulterada por exceso de laca.

Aunque en principio pensaron que la Duquesa iría luciendo sus enormes esmeraldones emparejada a su ya casi oficializado novio Alfonso Díez, dieron marcha atrás al confirmarse la concurrencia de Cayetano –que acaba de estrenar un caballo valorado en un millón de euros, aunque lo subvenciona la Duquesa en generosidad materna– y posiblemente de Eugenia, también habitual a estos saraos. Para convencer a la más titulada usaron un presunto interés del príncipe en conocer a quien ostenta el Fitz-James Stuart, símbolo de adulterio histórico, pero apellido y dinastía más importante en Gran Bretaña que los actuales Windsor. Si el difunto esposo de la Duquesa de Alba, Jesús Aguirre –ahora tan reactualizado por el libro-anecdotario de Manuel Vicent– presumía siempre de «prima Lilibeth» refiriéndose a Isabel de Inglaterra, ahora podrá saberse quién o cuál cede el paso, mantiene las distancias y el protocolo. Y es que Porcelanosa hace realidad nuestros mejores sueños.