La encrucijada del PP de Rajoy por José Clemente

En el PSOE empiezan a detectar algunas de las debilidades del PP como si fueran los únicos en darse cuenta, y quién sabe si, además, es verdad. Pero lo cierto es que el PP tiene problemas para comunicar sus iniciativas, que cuando lo hace no les sale como ellos esperaban y que, cada día que pasa, aumenta el número de deserciones entre los que les votaron y los que ahora mismo no lo harían. Es un sentimiento transversal que abarca desde el simple mileurista hasta el asalariado con nómina que da para llegar sobradamente a fin de mes. Y cada vez hay mayor malestar, porque cada vez son más los que caen en esa tupida red que han extendido los socialistas para fagocitar la confianza, el tiempo que demanda la aplicación del vasto plan de reformas aprobadas y porque a medida que transcurre el tiempo también aumenta el número de personas que les deja de señalar como los causantes de la crisis que vivimos. La gente quiere resultados tangibles con fecha de ayer, y eso tardará en llegar. ¡Tal es la encrucijada del PP!

También en el PSOE saben muy bien cómo están internamente y, lo que es peor, extramuros del partido, donde no suben un punto por mucho que el prosocialista «El País» anuncie que se agotan los carnés del PSOE y que encima se regalarán, en plan oferta de verano, los 100.000 primeros a los que vayan a apuntarse. Pero a diferencia de unos y otros los del PP lo sufren en sus carnes y se les nota en la cara, mientras que en el PSOE dicen haber logrado sus objetivos al mismo tiempo que anuncian la presentación de un ERE. Entretanto, hay que calentar la calle con verdades o falsedades, como sucede hoy en Murcia con la huelga de tres días de los médicos residentes por el recorte de horas a que les quiere someter Sanidad y unos despidos que nadie ha anunciado. La cuestión es liarla, porque mientras baja el paro en Murcia, sube en el resto de España, especialmente donde ellos gobiernan.