El yerno perfecto para Zara

No sería extraño que Marta Ortega, hija pequeña del propietario de Inditex, Amancio Ortega, y su segunda esposa, Flora Pérez, sorprendiera el día menos pensado a sus padres con el anuncio de una próxima boda. Su relación con el jinete Sergio Álvarez Moya, de 25 años, goza de muy buen salud después de tres años de noviazgo. Así quedó demostrado durante la XXI edición del Concurso de Saltos Internacional de A Coruña, presentado por Rolex, que se disputó a mediados de diciembre en las instalaciones Indoor del Centro Hípico Casas Novas, las instalaciones que el dueño de Zara creó en su momento para que la amazona pudiera practicar su deporte preferido.

Toda la familia contempló tanto la participación de Marta, que tiene 26 años y se encuentra en la lista Forbes de las veinte herederas más influyentes del planeta, como la de Sergio. Además, se pudo ver al jinete departiendo amistosamente con su futuro suegro, algo significativo, teniendo en cuenta las escasas apariciones públicas de Amancio Ortega –ni siquiera acudió a la reunión convocada por el presidente Zapatero para reunirse con los empresarios españoles de renombre–.

Lo cierto es que la hija del hombre más rico de España está enamorada precisamente del mejor jinete de nuestro país en la modalidad de hípica de salto. Álvarez Moya no tiene rival en el circuito nacional. Las cifras le avalan: con 8.545,60 puntos está en el primer lugar con cerca de dos mil puntos de distancia sobre su inmediato seguidor, el vasco Jesús Garmendia. También ha cerrado un año excepcional en el ámbito internacional con un tercer puesto en Aachen, ciudad alemana considerada como la «catedral del concurso de salto». De ahí que al avilesino le etiqueten como el «Fernando Alonso» de los caballos.

Sergio monta desde los ocho años, y prácticamente desde entonces conoce a Marta, si bien comenzaron a salir juntos más tarde, cuando la hija de Amancio Ortega rompió con otro jinete, el catalán Gonzalo Testa. También se la relacionó con el hijo del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono Rodríguez, y con uno de los seis hijos del presidente del Banco Pastor, José María Arias.

Familiar e inteligente
Sacrificado y tenaz, Sergio encuentra en su hermano Julio su principal apoyo, sin escatimar el respaldo de su novia, con quien encaja a la perfección, pues los amigos de Marta, licenciada en Empresariales en el European Bussiness School de Londres, la definen como una «chica sencilla, familiar, tenaz e inteligente». Pero lo que más valora la familia Inditex de Sergio, amén de su espíritu de superación, es su discreción. Concede escasas entrevistas y se asegura muy mucho de que el periodista que tenga enfrente sea un entendido en hípica. Cuando no le suena la cara y alguien utiliza la palabra mágica –Zara–, le sale un «A mí todo esto no es que me agobie, pero sí que me molesta un poco; yo soy jinete». Con esa misma claridad, reivindica más apoyo para su deporte: «Tiene que haber gente que apoye la hípica en España, gente que ponga dinero para impulsar la hípica nacional», asegura.