Elecciones
La Asociación de Propagandistas decide mañana su renovación
Los miembros de la Asociación Católica de Propagandistas (ACDP) vuelven mañana a votar a quién quieren tener como presidente de esta potente entidad creada hace más de cien años por el jesuita Ángel Ayala y el entonces abogado (y luego cardenal) Ángel Herrera Oria.
El pasado 7 de diciembre ya votaron y el resultado fue inaudito: empate exacto a 125 votos entre el actual presidente, Alfredo Dagnino, y el candidato renovador, Carlos Romero. ¿Fue un signo providencial, una invitación de Dios a llegar a un acuerdo entre los dos candidatos? Sin embargo, al final no hubo acuerdo: los socios decidirán votando otra vez.
Para muchos, Carlos Romero tiene todas las de ganar. Haber empatado cuando los partidarios de Dagnino ya daban la victoria por segura destapó el enorme descontento de amplios sectores de propagandistas. «El entorno de Dagnino ha hecho circular recientemente alabanzas por su gestión en los Congresos de Católicos y Vida Pública, o los de Víctimas del Terrorismo, que en realidad son todas iniciativas que ya estaban en marcha con su predecesor, Alfonso Coronel de Palma», se quejan algunos socios en la recta final de la campaña. «Necesitamos un nuevo presidente que recomponga la unidad», añaden.
Lo que pase en la votación tendrá cierta influencia en las obras de los propagandistas, especialmente en las educativas, es decir, los colegios y universidades de la Fundación San Pablo CEU. Sin embargo, los padres que acuden a estos centros atraídos por su ideario católico, de valores y de enseñanza cercana, no verán cambios en este sentido. «Gane quien gane las obras del CEU, serán fieles a los fines por los que se fundó la ACDP, es decir, formar hombres que se proyecten en los campos de la vida pública», comenta un propagandista que trabaja en San Pablo CEU. Entre los votantes de una y otra candidatura hay deseo de mirar hacia el futuro unidos, y también abundan los que piensan que las elecciones han valido la pena para comparar programas y modelos de gestión. «Además, todos los socios hemos podido mirarnos hacia adentro con humildad y ver nuestras debilidades; la autoalabanza genera vanidad», comentan partidarios de Romero.
La candidatura de este antiguo marino, que ha sido el gran impulsor de las ediciones locales de Católicos y Vida Pública en distintas ciudades de la geografía española, insiste ahora en la necesidad de salir al paso del laicismo agresivo fortaleciendo la vida espiritual de los socios, impulsando la oferta cultural de la asociación y renovando la capacidad evangelizadora de la ACDP.
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