Artimañas para conseguir plaza

No hay plazas para todos en la concertada. Así que algunos padres no ven mejor salida que agudizar el ingenio y desarrollar la picaresca para lograr que su hijo estudie en el centro que desean. En Andalucía, por ejemplo, en los últimos años los detectives privados han ganado clientela entre padres dispuestos a pagar hasta 2.000 euros por averiguar si el alumno que ha «quitado» la plaza a su hijo en el colegio que solicitaban ha cometido fraude. Y es que muchos padres no aciertan a comprender cómo es posible que no hayan conseguido plaza para sus hijos en un colegio que está frente a su casa y, en cambio, haya sido admitido otro niño que vive en el otro extremo de la ciudad.

Lo que más puntúa es tener hermanos en el centro, baja renta, cercanía al centro educativo, ser familia monoparental y, en algunas comunidades, tener alergias a determinados alimentos. Así que muchas familias medias que no reúnen estos requisitos o sólo uno de ellos se saltan la legalidad en esa carrera reñida para que su hijo consiga plaza en un centro con mucha demanda. Estas son las artimañas más recurrentes.

DivorciosUno de los trucos más usados son los divorcios de conveniencia para poder justificar un cambio de domicilio o una reducción de ingresos. En algunas comunidades autónomas, como Andalucía, las demandas de separación se disparan en los juzgados cuando llegan las fechas de solicitar plaza (entre marzo y abril), aunque pasadas estas fechas «críticas» la pareja decida retirar la demanda del juzgado.

AlquileresLa proximidad al centro educativo puntúa en el baremo para conseguir plaza. Por eso hay quien alquila una segunda vivienda en las proximidades del centro educativo elegido para empadronar al niño. Otras veces son los menores los que figuran en domicilios de personas con las que ni siquiera tienen vinculación familiar alguna. Se ha dado el caso de que algunos alcaldes han encomendado a la Policía Municipal que compruebe si es real la vivienda habitual donde los alumnos acreditan residir.

RentaFalsificar la Declaración de la Renta supone ya un clásico de los fraudes, aunque con un recorrido cada vez menor, ya que las administraciones educativas han adoptado medidas contundentes contra esta artimaña. Ahora el colegio coteja directamente con Hacienda los datos económicos aportados a fin de evitar las irregularidades de algunos padres tramposos.

Enfermedades crónicasEn algunas comunidades autónomas puntúa el que el niño tenga alguna enfermedad crónica del sistema metabólico. De ahí que haya quien ha recurrido a falsificar certificados médicos que alegaban alergias del menor a determinados alimentos, como la leche o el huevo, que en realidad no sufrían. En este caso, la administración educativa también ha estrechado el control, ya que si bien antes sólo se exigía un certificado de un médico de medicina familiar, ahora es necesario que acredite la alergia un médico especialista.

Recurso en el juzgadoMuchos padres, especialmente en Andalucía, recurren al juzgado si no han conseguido plaza en el centro que querían, para exigir que se garantice su derecho a la libertad de elección del centro que proporcione formación a sus hijos conforme al ideario religioso que tienen, por ejemplo. En muchos casos, las sentencias han sido favorables a los padres.