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Cuba

«Ningún coche nos golpeó»

Carromero confirma en un vídeo que hubo un accidente por el mal estado de la carretera. El joven sueco que iba en el coche reconoce que viajó a Cuba para reunirse con Payá 

«Ningún coche nos golpeó»
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Los dos políticos europeos que sobrevivieron al accidente en el que murieron el líder opositor Oswaldo Payá y el activista Harold Cepero negaron ayer que otro vehículo los persiguiera y golpeara. «A nosotros no nos dio ningún vehículo por la parte trasera», aseguró el español Ángel Carromero, en un vídeo entregado por las autoridades cubanas a la Prensa. «Simplemente yo iba conduciendo, me percaté de un bache y tomé las precauciones de cualquier automovilista, que es accionar el freno levemente. El coche perdió el control, no recuerdo señales», explicó. Aunque el español relató que no puede precisar de manera exacta a qué velocidad iba en el momento del accidente porque no miró el cuentakilómetros, sí afirma que la última vez que lo había hecho iba a 80 kilómetros por hora.

Por su parte, el sueco Jens Aron Modig, de 27 años, también habló ayer, en este caso en una comparecencia ante los periodistas organizada por el Gobierno cubano: «No tengo recuerdo que haya habido algún otro automóvil involucrado en el accidente». Ambos siguen de momento retenidos en la isla a la espera de que el fiscal decida si presenta o no cargos.

Mientras, Carromero insistió en que todo fue un accidente: «En cuanto a las noticias que me han dejado leer, le pido a la comunidad internacional que por favor se centre en sacarme de aquí y no en utilizar un accidente en tránsito, que podría haberle pasado a cualquier persona, con fines políticos». Las imágenes de los dos jóvenes de ayer son las primeras de ambos desde que ocurrió el accidente, el pasado 22 de julio. La versión dada por el joven español coincide con la del sueco, que le acompañaba en el coche: «Yo tengo algunos vagos recuerdos del accidente porque yo había estado durmiendo durante parte del viaje, del recorrido, o sea, había estado durmiendo antes del accidente y también me sentía un poco conmocionado por el propio accidente». Asegura que su primer recuerdo del suceso es que «se había perdido el control sobre el auto y el auto ya fuera de la vía avanzaba contra un árbol, y a partir de ese momento todo se quedó en blanco», dice Modig. Lo siguiente que recuerda es que estaba en una ambulancia y que llegó al hospital.

 Con buen aspecto, pero semblante serio, el sueco relató que este ha sido su segundo viaje a Cuba después de uno efectuado en diciembre de 2009, en el que se reunió con periodistas «que no trabajan para el Gobierno» y a los que entregó «equipos y algún dinero». En este segundo viaje, «siguiendo instrucciones del departamento internacional» de su partido, tenía como objetivos reunirse con Oswaldo Payá y entregarle 4.000 euros y mantener encuentros también con algunos miembros de su grupo. El tercer objetivo, añadió, era «ayudar y acompañar» al opositor si éste deseaba «viajar hacia algún lugar». «Tengo entendido que no son actividades legales en Cuba y desearía disculparme por haber venido a realizar actividades ilícitas», dijo Modig.

En uno de los vídeos mostrados ayer, el político sueco concreta que tenía intención de reunirse también con una hija de Payá para conversar sobre la posibilidad de crear en Cuba una organización política integrada por jóvenes. Esos elementos podrían servir al régimen para retener a Modig en la isla y acusarlo subversión, como ocurrió con el contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años por distribuir equipos prohibidos de comunicación. Tanto Modig como Carromero viajaron con visados de turista.

Por el momento, ninguno de los dos jóvenes ha sido imputado y el proceso se encuentra en la fase previa a que el fiscal establezca la imputación. Según las leyes cubanas, el español Carromero podría enfrentarse hasta a diez años de cárcel.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer que España tiene toda la información necesaria sobre la situación de Carromero en Cuba e insistió en la necesidad de mantener la máxima discreción para no dificultar la repatriación más rápida posible.

 

La versión de carromero
- «Yo iba conduciendo, me percaté de un bache y tomé las precauciones de cualquier automovilista, que es accionar el freno levemente. El coche perdió el control, no recuerdo señales».
- «Frené porque vi el bache y entonces accioné el freno. Perdí el control del coche, y la estabilidad, y la dirección ya no funcionaban. Ya no recuerdo más».

 

LA VERSIÓN DE MODIG
- El joven sueco explica que apenas recuerda nada del accidente. Asegura que estaba durmiendo cuando se produjo el choque contra un árbol.
- Afirma que su primer recuerdo es que «se había perdido el control sobre el vehículo y ya avanzaba fuera de la vía. A partir de ese momento, todo se quedó en blanco».