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Crítica

Zarzuela contra el calor

La Paloma aterriza este verano con «La Tabernera del Puerto» e inunda de casticismo el teatro Alcázar-Cofidis hasta el 12 de agostoPARA NO PERDERSETeatro Alcalá CofidisDónde: calle Alcalá 2.Cuándo: hasta el 12 de agosto. Martes a viernes, 20:30h, Sábados, 19:30 h. y 22:30 h. Domingos, 19 h.

Zarzuela contra el calor larazon

Con la mitad de los madrileños atrapados en la ciudad este verano, por primera vez en lustros el mes de agosto alumbrará las muy castizas fiestas de la Paloma a reventar de personal. Entre verbenas, conciertos y barquillos (con helado de limón, por favor), nada hay más «gatuno» y cae mejor en estas fechas estivales que refrescarse (a cubierto y con aire acondicionado) con una representación surtida del mal llamado género chico. Para abrir boca, el teatro Alcázar-Cofidis (Calle Alcálá 20) acoge desde hoy «La Tabernera del Puerto», una de las zarzuelas más queridas por el público, tras el éxito de «Agua, Azucarillos y Aguardiente», del maestro Chueca y «La Verbena de la Paloma», del maestro Bretón.

La representación, como las anteriores, corre a cargo de la compañía Escena Lírica y estará en cartel hasta el 12 de agosto, ya en puertas de las fiestas de la Paloma. Considerada una de las zarzuelas mayores, se trata de una obra creada en tiempos de preguerra civil que se estrenó en 1936, justo antes del conflicto, en el Teatro Tívoli de Barcelona, cuando pese a la inestabilidad política y tensión social el teatro seguía dando buenos frutos.

En su partitura, escrita por el maestro donostiarra Pablo Sorozábal, se aprecia un verdadero esfuerzo por revitalizar la zarzuela, dándole carácter de música de altura. Prueba de ello para el gran público es la romanza «No puede ser», una de las favoritas de los tenores más eminentes.
Este tipo de piezas se entremezclan en «La Tabernera del Puerto» con canciones populares como «Eres alta y delgada» y otras tantas. Fueron los propios autores del libreto, Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, quienes describieron la obra como un romance marinero.

La trama está protagonizada por Marola y Leandro, personajes a los que dan vida la soprano María Jesús Sevilla y el tenor Sergio Escobar. A cargo de la dirección musical se encuentra otro maestro guipuzcoano, José Antonio Irastorza. Mientras que la dirección artística depende de Óscar Cabañas. Después de navegar por las aguas esmeralda del Cantábrico entre habaneras, salves, galernas y amoríos, salimos más fresquitos que una sardina camino de una terraza donde seguir veraneando en el Baden-Baden castellano.