Teatro

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Viaje al centro del misterio

«El niño y la creación del mundo» busca este fin de semana en el Teatro Real que los más pequeños se pregunten por el origen de las cosasPARA NO PERDERSEDirección: Sala Gayarre del Teatro Real. Plaza Isabel IIHorario: sábado 11, funciones a las 12 y a las 19. domingo 12, funciones a las 11 y a las 13 horas

Viaje al centro del misterio
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La Sala Gayarre del Teatro Real acoge este fin de semana el espectáculo infantil «El niño y la creación del mundo». Con libreto de Rita Cosentino y música original de Miquel Ortega, este cuento musical trata de explicar a los niños el momento en el que todo empezó. ¿Cómo nació el mar, las nubes, las montañas, la luna? Las respuestas llegarán a través de símbolos, de objetos y de tradiciones presentes en el imaginario suramericano. Mitología indígenas y leyendas prestadas de la Patagonia que guiarán a los pequeños espectadores a través de las peripecias de personajes reales, como Eduardo, el intrépido buscador de historias que viaja en bicicleta, o imaginarios, como la ballena que quiere comerse la tierra o el dios de la oscuridad. Un narrador-actor, tres músicos –flauta, violonchelo y percusión– y un vídeo animado con la técnica del «stop motion», en la que se aparenta el movimiento de objetos estáticos a través de una serie continua de imágenes, se subirán al escenario íntimo de la sala madrileña. Nada de lo que vean los niños les recordará a los dibujos que a diario devoran en televisión, y que aquí dejan paso a personajes fabricados en papel, pero que se sumergen sin problemas en una estética que no renuncia a la ambientación audiovisual. Conforme avanza la aventura de Eduardo, la realidad toma forma y se ordena: las aguas se calman, las fieras dejan de ser salvajes y la creación de las estaciones rompen el frío permanente. Los símbolos y el lenguaje poético buscan, más allá del mero entretenimiento, que los pequeños reflexionen sobre lo que ven, que comprendan su entorno y que piensen sobre lo que todavía une a la cultura occidental y a los indígenas de Suramérica. Sólo así, a la salida del teatro, podrán contemplar la la naturaleza con otros ojos y encontrar el verdadero sentido de aquello que llevan haciendo desde que aprendieron a hablar: preguntar siempre el porqué de todo lo que les rodea.