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La tensión ahuyenta al turista extranjero

La tensión ahuyenta al turista extranjero
La tensión ahuyenta al turista extranjerolarazon

Udon thani- Hoteles de doce plantas con tan sólo tres habitaciones ocupadas. Restaurantes con un menú de 67 platos y más de 40 mesas en el que sólo cenaron tres personas un sábado. Por no hablar de las discotecas, salas de masajes y bares de alterne, que echaron el candado por primera vez en años a causa del toque de queda. A pesar de que en las zonas turísticas del país ni siquiera se ha notado el conflicto, las protestas de los «camisas rojas», la represión del Ejército y el brutal desenlace de su rebelión han arruinado un sector que genera en torno al 6 por ciento del PIB y da trabajo al 15 por ciento de la población activa. La crisis viene de largo, ya que Tailandia lleva ocupando titulares por su inestabilidad política desde septiembre de 2006, fecha del golpe de estado contra Shinawatra. «Desde que losamarillos tomaron el aeropuerto no nos hemos recuperado, pero ahoraserá la ruina», confiesa el propietario de una minibús para turistas. Según la Federación de Industria Turística, las pérdidas ascenderán a 3.000 millones de euros este año, con caídas de hasta el 10 por ciento en las reservas.Muchos economistas consideran estas cifras demasiado optimistas.El «país de la sonrisas» tendrá que trabajar mucho su imagen para hacer olvidar los cadáveres y los soldados disparando en pleno centro.