Cataluña

Barómetro masónico por César Alcalá

La Razón
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Esta semana se ha dado a conocer un barómetro masónico que poco aporta y con el cual un sector de la sociedad española ha saltado de nuevo a la palestra. No nos ha de extrañar su publicación. Curiosamente, el barómetro apareció pocas horas antes del inicio de la campaña electoral. Nos podríamos preguntar por qué y lo contestaremos en esta columna. Es un barómetro de gran peso. De 3.000 personas han contestado una encuesta 152. Esto quiere decir que los datos sólo corresponden a un 5%. Un porcentaje muy bajo y únicamente representativo dentro de ese segmento.

El barómetro nos dice que los masones españoles son creyentes, demócratas y políticamente de centro. ¿Qué significa esto? Muy poco, por no decir nada. Según el código de Derecho Canónico de 1983 –ratificado por el cardenal Ratzinger en 1986– ser masón es un pecado grave. Ya no se les excomulga gracias al Concilio Vaticano II. Evidentemente son creyentes, pues tienen al Gran Arquitecto del Universo como guía. Ahora bien, esto no significa que sean católicos.

En el fondo, el barómetro no es más que un acto de presencia. Dicho de otra manera, ante las elecciones intentan posicionarse. Los encontramos en la izquierda y en la derecha a pesar del barómetro. Aunque ellos creen que la sociedad tiene una visión deformada de la masonería, lo cierto es que su ocultismo la convierte en una sociedad a todas luces secreta. Jacques Mitterrand afirmó que en el siglo XX la masonería equivale al socialismo de raíz marxista. Con lo cual el barómetro queda en anécdota y ahora se entiende por qué a pocas horas del inicio de la campaña electoral.