París
Detenido en Francia un etarra que llevaba componentes para fabricar bombas
El presunto etarra Iñaki Domínguez Atxalandabaso, uno de los miembros de ETA más buscados desde hace años y que fue detenido ayer en Francia, llevaba una maleta llena de los componentes electrónicos que se emplean en la fabricación y activación de artefactos explosivos.
La detención, señala el Ministerio del Interior en una nota de prensa, se produjo en la localidad gala de Modane, en el departamento de Saboya, fronterizo con Italia, cuando Atxalandabaso viajaba en un tren procedente de Milán y con destino en París.
El presunto etarra, que fue arrestado por agentes de la Policía Aérea y de Fronteras (PAF) llevaba un billete correspondiente al trayecto Turín-Chambery.
Domínguez Atxalandabaso portaba una maleta con siete bolsas de plástico transparente que contenían componentes electrónicos -circuitos impresos, resistencias, diodos, cables, fichas electrónicas, etc- que la banda terrorista suele emplear para la fabricación y la activación de artefactos explosivos.
El detenido, que sin embargo no llevaba material explosivo y tampoco iba armado, también tenía en su poder tubos de neón ultravioletas y varias antenas marca PROXEK y DIAMOND de 30 centímetros de largo de color negro.
Al presunto etarra se le intervinieron, además, tres DNI españoles falsificados, cerca de dos mil euros y quinientos euros en efectivo, un disco duro externo, dos pen-drive y una tarjeta de memoria.
La detención se ha producido cuando el etarra se dirigía a la capital francesa en un tren procedente de Milán.
Iñaki Domínguez Atxalandabaso, de 36 años, figura en la lista del Ministerio del Interior de terroristas más buscados por las fuerzas de seguridad.
El etarra fue uno de los seis miembros de la banda terrorista a los que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco procesó en marzo de 2010 en la causa que investiga los posibles vínculos entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En busca y captura
El etarra Iñaki Domínguez Atxalandabaso se encuentra en busca y captura acusado de impartir cursillos a miembros de la FARC en Venezuela, según los datos recogidos por Europa Press. Fue en noviembre de 2008 cuando la Fiscalía solicitó su búsqueda por aleccionar a miembros de la guerrilla colombiana.
Días después, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco abrió una investigación el 1 de diciembre de 2008 para determinar las conexiones entre las FARC y ETA, admitiendo así a trámite la querella de la Fiscalía contra cinco etarras que habrían dado cursos de explosivos en Colombia entre 2003 y 200, para los que también pidió su detención e ingreso en prisión.
En concreto, Iñaki Domínguez Atxalandabaso y otro etarra conocido con el apelativo de 'Martín Capa', habrían impartido cursos sobre explosivos en agosto de 2007; y José Ignacio Echarte Urbieta, José Angel Urtiaga Martínez, Arturo Cubillas Fontán, que los habrían recibido entre julio y agosto de 2003. En ese momento a todos ellos se les situaba entre Cuba y Venezuela.
Cursos de 20 días
En un escrito de 17 folios en el que repasaba las relaciones entre ambos grupos terroristas desde 1993, la Fiscalía sostenía que la colaboración entre este grupo y ETA se extendió a la celebración de cursos en los campamentos de Noel Matta Matta, 'Nariño'; y Luciano Martín Arango, 'Iván'; donde al menos cuatro miembros del grupo colombiano "habrían recibido formación para el manejo de explosivos".
Los cursos habrían sido impartidos por 'Martín Capa' y Domínguez Atxalandabaso, que se desplazaron, según la Fiscalía, a la selva colombiana en agosto de 2007 para explicar el manejo de explosivos a 13 miembros de las FARC y siete del Frente de Liberación Bolivariana (FLB).
El curso duró unos 20 días, a razón de dos horas diarias, e incluyó sesiones teórico-prácticas sobre el manejo del C-4, un explosivo con "un efecto destructivo superior"al de la dinamita y de fácil adquisición en Venezuela. Además, Domínguez impartió una clase sobre la utilización de teléfonos móviles como mecanismo iniciador de las cargas explosivas.
Iñaki Atxalandabaso Domínguez, detenido hoy en Francia tiene 35 años y es natural de Gernika (Vizcaya). Según los datos recogidos por Europa Press, huyó para evitar una condena de un año y medio de prisión por exaltación del terrorismo por organizar en julio del 2001 en Gernika un homenaje a la etarra Olaia Castresana, muerta en Torrevieja al estallarle la bomba que manipulaba.
En ese momento, la Audiencia Nacional aplicó por primera vez el delito de enaltecimiento de conductas terroristas desde que se incorporó en el Código Penal, en enero de 2000. Iñaki y su hermano Javier fueron condenados entonces a un año y medio de cárcel, además de a una pena accesoria de inhabilitación de derecho de sufragio durante el tiempo de condena y de inhabilitación absoluta, es decir, imposibilidad de ser elegido para cargo público durante seis años más.
En sus inicios, Atxalandabaso actuó como informante del comando 'Vizcaya', tras lo cual se integró como 'liberado' en la organización.
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