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Condena a un atentado cruel y cobarde

Dejando a un lado las puntuales disputas bilaterales, España se solidarizó ayer sin reservas con Marruecos tras el atentado perpetrado en Marraquech. El Rey, el Gobierno, la oposición, los empresarios, todos mostraron sus condolencias inmediatas al Ejecutivo alauí nada más conocer las consecuencias del atentado perpetrado en la histórica ciudad marroquí.

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El Gobierno expresó su «más absoluta condena» por el ataque y manifestó su solidaridad a los familiares de los heridos y los fallecidos. A través de un comunicado del Ministerio de Exteriores, el Ejecutivo transmitió «su apoyo en estos momentos al pueblo y al Gobierno de Marruecos». A su vez, el presidente del PP, Mariano Rajoy, declaró su «profundo pesar» por los acontecimientos con un telegrama al embajador de Marruecos, Ahmed Ould Souilem. En el escrito ofreció su apoyo en la lucha contra el terrorismo.

El primero que tuvo la oportunidad de mostrar sus condolencias cara a cara fue el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que ayer se reunió con una delegación económica marroquí de visita en España. En su intervención en la inauguración del Encuentro Empresarial España-Marruecos, Sebastián expresó la «simpatía y la solidaridad con el pueblo marroquí en estas circunstancias». El presidente de la CEOE, Juan Rosell, también trasladó a la delegación marroquí la «absoluta» solidaridad de los empresarios españoles, que tienen notables intereses en el país norteafricano.

En ese mismo acto, el ministro de Economía alauí, Salahedine Mezouar, agradeció esa solidaridad y aseguró que «los terroristas, después de dos meses de expresión libre, pacífica, de contestaciones naturales dentro del país, querían sangre». «Buscaban un motivo para atacar el país», dijo el ministro marroquí. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, también se sumó ayer a las condolencias por el atentado en el que, según las primeras informaciones, murieron varios turistas franceses. Sarkozy expresó su «más firme condena de este acto odioso, cruel y cobarde que ha dejado numerosas víctimas, entre ellas franceses» y ofreció su colaboración con Rabat.