Ministerio de Sanidad

Purga en Sanidad por Sergio ALONSO

Purga en Sanidad, por Sergio ALONSO
Purga en Sanidad, por Sergio ALONSOlarazon

Leire Pajín ha desatado una purga de altos cargos que tiene como víctimas a muchos de los que trabajaron a las órdenes de su antecesora, Trinidad Jiménez. La noticia no es nueva. Este periódico ya adelantó a principios de noviembre que sucedería algo parecido, al destaparse entonces que una amiga y compañera de fatigas de Pajín en la Comunidad Valenciana, Nuria Espí, que no es funcionaria ni titulada universitaria, se pondría al frente del Plan de Drogas pese a carecer de conocimientos especializados y, desde luego, científicos, en la materia. Sin embargo, la purga ha cobrado de nuevo actualidad tras filtrarse la destitución fulminante y por sorpresa de Ildefonso Hernández, director general de Salud Pública, que llegó al cargo de la mano de Bernat Soria.

El hecho es relevante, pues sobre las espaldas de este experto recayeron dos de las pocas iniciativas sanitarias que llevará a cabo Pajín de aquí hasta las elecciones generales: el diseño y aplicación de la económicamente nefasta ley antitabaco, y la Ley de Salud Pública que el Consejo de Ministros aparcó hace dos viernes, a la vista de sus manifiestas deficiencias. La historia de este texto describe perfectamente el desacierto de un Ministerio errático, que nunca ha sabido ver en la bancarrota el cáncer que podría alterar el sistema sanitario público tal y como hoy lo conocemos. Baste decir que la ley ha sufrido múltiples modificaciones con respecto al borrador inicial, hasta el punto de no coincidir prácticamente en nada ambos textos, lo que no dice nada bueno del contenido. Además, es un cúmulo de generalidades que, aparte de incrementar la burocracia, como ya se criticó en esta columna, denota una concepción rancia de la Salud Pública en España. Desde este punto de vista, la salida de Sanidad de Ildefonso Hernández guarda cierta lógica, pues no cabe mayor grado de desatino a la hora de plantear las dos principales medidas estrella que trata de enarbolar Pajín. Esto no exime de responsabilidad a la ministra, que tampoco parece dotada para las grandes gestas sanitarias.