Moscú

Putin «toma los mandos» de la lucha contra el fuego

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, se subió hoy a un hidroavión para apagar incendios forestales en la región central de Riazán, una de las más afectadas de este país.

Vladímir Putin asumió hoy las funciones de copiloto en la cabina de un hidroavión Be-200 y dirigió las operaciones de recogida de agua en el río Oká y su vertido sobre los ardientes bosques de la zona.

Según informaron las agencias rusas, el jefe del Gobierno ruso realizó esa operación dos veces y vertió un total de 24 toneladas de agua.

Como consecuencia, añade la fuente, los dos focos de fuego que habían surgido en la zona fueron extinguidos.

Desde que el fuego arrasara un pueblo de 341 casas en la región de Nizhni Nóvgorod el pasado 29 de julio, Putin se ha multiplicado con continuos viajes a las regiones afectadas y reuniones del Gobierno dedicados a frenar el avance del fuego, ayudar a los damnificados y frenar el descontento popular.

La oposición, ecologistas y expertos responsabilizan a Putin, que cumplió ayer once años en el poder, de no tomar medidas para prevenir los incendios forestales en un país con la mayor superficie boscosa del planeta (23 por ciento).

Se le acusa de ceder la responsabilidad de la protección de los bosques a las regiones y las empresas madereras. También de disolver la aviación forestal y eliminar la figura del guardabosques, al aprobar en 2007 la nueva ley forestal.

Según las primeras estimaciones independientes, las pérdidas económicas en Rusia por los incendios y la sequía podrían ascender a 15.000 millones de dólares.

Para el director del Instituto de Desarrollo Sostenible, Vladímir Zajárov, sólo los gastos inmediatos para paliar las consecuencias de la sequía y los incendios forestales "pueden ser mayores incluso que los destinados a poner fin a la fuga de petróleo en el golfo de México".

Desde el comienzo de la temporada estival, en Rusia ha habido 26.229 incendios que han arrasado 766.068 hectáreas, mientras la sequía ha destruido más de diez millones de hectáreas de cultivos, un 20 por ciento del total.