El Govern no da prioridad al pacto fiscal con el PSC

BARCELONA– Lo primero que dijo ayer el primer secretario del PSC, Pere Navarro, tras reunirse durante dos horas con el president de la Generalitat, Artur Mas, fue si ya se sabía qué había decidido Pep Guardiola. Quedaba una hora y media para que el entrenador del Barça anunciara si seguía o no la próxima temporada, pero Navarro ya auguraba que se retiraría. «Mañana –por hoy–, no tendremos ninguna repercusión mediática», comentó acerca de su reunión con Mas. Pero lo cierto es que más allá de que la segunda reunión institucional del primer secretario del PSC con el president sirviera para normalizar las relaciones entre los socialistas catalanes y el Govern, resentidas tras los pactos entre CiU y PP, el encuentro no dio ninguna sorpresa.
Nacionalistas y socialistas debían buscar vías de entendimiento en torno al pacto fiscal, pero a lo máximo que llegaron fue a concertar que abrirán una negociación para llegar a un acuerdo antes de julio, cuando la propuesta será votada en el Parlament.
Aunque Navarro se esforzó en explicar que hay puntos de encuentro entre el modelo de financiación de los socialistas catalanes y el pacto fiscal que propone el ejecutivo de Mas, el portavoz del Govern, Francesc Homs, evidenció las diferencias.
El desencuentro más importante entre ambas formaciones radica en si Cataluña debe o no salir del régimen común de financiación. El PSC defiende un modelo que no rompe con el actual café para todos fiscal, en el que la Generalitat y el Estado compartan la recaudación y la gestión de los impuestos.

«La llave de la caja»
Navarro asegura que la Generalitat puede tener la llave de la caja sin salir de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). ¿Cómo? Presidiendo el consorcio tributario. El primer secretario del PSC insistió en que una de sus líneas rojas es que la propuesta de financiación de Cataluña sea posibilista y no lleve a un escenario rupturista. Navarro defendió un pacto entre el PSC y CiU en tanto que suman una mayoría más amplia que las tres fuerzas que han suscrito el borrador del pacto fiscal, CiU, ERC e ICV. Pero Homs echó en cara al PSC que ya no son lo que eran, que sus 28 diputados están lejos de los 82 que defienden el pacto fiscal del Govern. Un modelo de financiación que pone como condición «sine qua non» salir del café para todos.