FC Barcelona

Barcelona

El deseo puede más que la fatiga

Messi afronta el gran reto de hacer campeona a Argentina tras un año sin descanso en el que ha disputado 53 partidos. Se estrena ante Nigeria

PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR LE GRÁFICO
PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR LE GRÁFICOlarazon

El 16 de junio de 2006, Leo Messi, 19 años menos ocho días, número «19» en la camiseta, sustituía a Maxi en el minuto 75 del Argentina-Serbia. La grada del estadio de Gelsenkirchen estalló y entre los aficionados albicelestes había un «vip»: Diego Armando Maradona, que acogía el debut de Messi en un Mundial con los dos brazos en alto y gritando como un poseso. Veía el futuro ahí, delante de él. Y el futuro ya ha llegado, aunque el «Pelusa» no sospechaba que estaría tan ligado a él. Ahora Diego es seleccionador y Leo ya lleva el «10», el número de las estrellas. «Deseo a Messi que tenga un protagonismo bárbaro y que sea el mejor de todos los tiempos», aseguró ayer el entrenador. Tanto protagonismo como el que tuvo él en el Mundial de 1986, en México, la última vez que Argentina levantó la copa de campeones del mundo: «Deseo que tenga una actuación similar», reconoció. «Detrás hay un equipo para respaldarle y él debería ser la fruti- lla del postre». «Argentina es un Rolls Royce y Messi lo conduce». Son otras frases que Maradona ha dedicado a su heredero, saltándose en cierto sentido la norma del grupo: proteger al azulgrana. «Su responsabilidad es como la de los otros 22», indicó Verón, uno de los veteranos, el protector de Leo. Pe- ro la suerte de Argentina está en manos del «10» y ellos lo saben. Maradona no para de hablar con él en los entrenamientos, de mimarlo y abrazarlo. «Está feliz, nunca tuve la fortuna de tenerlo tanto tiempo y conocerlo», reconoció el «Pelusa».«Contra Nigeria empezamos a construir una ilusión», sigue Diego. La ilusión de Messi es poder llevar a su selección al título, como ya hizo en los Juegos Olímpicos de Pekín, venciendo en la final precisamente al equipo africano contra el que se estrenan hoy. Quiere demostrar que es el mejor sin discusión y acabar con el debate de que sólo juega bien en el Barcelona. Y quiere hacerlo en la gran cita del fútbol. Ha sido un año largo para Leo, en el que ha sufrido una transformación. Aparte de convertirse en un goleador voraz (ha ganado la Bota de Oro), su cuerpo se ha estabilizado. La temporada pasada Guardiola le daba descanso, no jugó tres partidos seguidos hasta los duelos decisivos del final, por miedo a que sus explosivos músculos se rompieran, como había pasado en los años precedentes.Este curso todo ha sido distinto, Leo lo ha jugado prácticamente todo, 53 partidos entre todas las competiciones, y no ha sufrido ninguna molestia. Aunque a Maradona no le hace gracia. Teme que el cansancio pueda afectar al jugador y por eso ayer se «acordó» del entrenador del Barcelona. «Durante el año, Guardiola quitaba a Xavi y a otros, pero no a Messi», afirmó ayer. Al entrenador de la albiceleste también le preocupan las patadas. Él lo sufrió cuando era jugador y por eso insta a la FIFA a que el «fair play» sea una realidad y no un simple eslogan.Nigeria espera su oportunidad. «En un Mundial puede pasar de todo, tengo mucho respeto por Argentina, pero ellos también de- ben respetarnos a nosotros», dice el veterano Nwankwo Kanu, que ya sólo «trabaja» como acompañante. Desde el equipo africano ven a Argentina frágil en defensa y tratarán de aprovecharlo.