Zaragoza

Cuando el cloroformo deja huella

Cuando el cloroformo deja huella
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María Ángeles M.F., la acusada de matar a una amiga y suplantar su personalidad en 2008 negó ayer todos los hechos y aseguró que no necesitaba asesinarla para cobrar sus seguros de vida «porque ya tenía mucho dinero». La Audiencia de Barcelona acogió la primera sesión de un juicio en el que la Fiscalía pide 24 años de cárcel para la imputada, y la defensa, la absolución. A preguntas de su abogada, María Angeles detalló sus ingresos, explicando que tiene un sueldo fijo de 3.000 euros, más 1.500 que cobra de la pensión de viudedad de su marido y de orfandad de su hija, y una paga de 100.000 euros anuales que le entregaba su padre, pero pocos gastos: la escuela de su hija y el alquiler del piso. Negó que el día de los hechos quedara con la víctima en el piso del barrio barcelonés de Gracia, donde la mujer de la limpieza halló el cadáver, escudándose en que había dejado a su hija en el colegio, había viajado a Zaragoza para recoger las cenizas de su difunta madre, a la vuelta pasó por un centro comercial a por un regalo para su novio y finalmente compró yogures en un supermercado. Sin embargo, según la Fiscalía, ese día tenía cita con su amiga en un apartamento que supuestamente había alquilado la procesada y donde, después de dormir a la víctima con cloroformo, le puso una bolsa en la cabeza para ahogarla y a continuación impregnarla de semen –comprado a prostitutos para fingir un delito sexual– en los genitales. Sobre la botella de cloroformo que la policía encontró en su casa y las búsquedas de esta sustancia en internet, la acusada apuntó que lo utilizó para pegar la base de un candelabro que se le había roto y que, además, su hija pequeña tenía que hacer una práctica para la escuela, por lo que pudo ser ella quien buscara esta información en la red.