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«Una camiseta es como un cartel y en la Cámara no puede haber carteles»

El presidente de Les Corts, Juan Cotino, se irá con Mariano Rajoy si éste lo considera útil para sacar a España de la crisis

«Una camiseta es como un cartel, y en la Cámara no puede haber carteles»
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¿Ya sabe si su nombramiento es un ascenso, o todo lo contrario?
-Hasta el momento todo el mundo me ha felicitado.

-¿Cuántos valencianos cree que saben que es la segunda autoridad de la Comunitat Valenciana?
-Eso es un mero asunto protocolario. Lo importante es tener la suficiente presencia en los pueblos, en los actos oficiales, en cualquier lugar donde sea reclamada. Para que esa persona que representa la voluntad de la Cámara y de los votantes de la Comunitat Valenciana tenga una presencia institucional en cuantos más lugares mejor. Si, además, esa presencia sirve para acuerdos, miel sobre hojuelas.

-Si hubiera un vacío de poder, tendría que asumir usted la dirección de la Comunitat hasta la constitución del pleno de elección de presidente.
-No creo, no conozco la Constitución Española en ese apartado. Creo que no.

-Dicen que usted se irá a Madrid cuando Mariano Rajoy gane las elecciones generales.
-Depende de si Mariano Rajoy piensa que yo puedo ser útil para esta situación tan difícil que tiene España y que al PP le va a corresponder sacar a este país de la crisis. Si Rajoy cree que yo puedo ser útil en algún lugar, yo no le diré que no, pero tampoco le pediré ir a ningún lugar. Yo pertenezco a un proyecto político que tiene una forma de entender la sociedad determinada y para eso estoy trabajando toda mi vida. Ese proyecto lo encarna en este caso Mariano Rajoy y, si entiende que yo puedo ser útil allí, tengo toda la ilusión que haga falta para sacar a España de la crisis. En su día ya le dije a Mariano Rajoy y a Aznar que me volvía a Valencia sí o sí, porque mi madre estaba muy mayor. Hoy en día, ese tema no lo tengo.

-Pero ¿tiene ganas de volver a la primera división de la política?
-No (rotundo). Tengo ganas de que España salga de la crisis. Y, si yo soy útil en algún sitio, todo el mundo sabe que puede contar conmigo.

-La legislatura pasada estuvo marcada por la crispación en Les Corts.
- Es cierto que la legislatura pasada hubo un ambiente un poco tenso y desagradable. Eso no conduce a una buena imagen de la Comunitat Valenciana. Creo que es bueno para el Gobierno y la oposición que las cosas se hagan bien, y que trabajemos ordenadamente. Le compete al Gobierno pero también a la oposición hacer propuestas que sean de mejora para la Comunitat Valenciana. A eso espero contribuir yo.

-Hay un debate abierto sobre si estamos cayendo en un frenesí legislativo. ¿Qué le parece?
-Yo creo que sí. Yo he sido conseller de distintas áreas y he procurado aprobar las menos leyes posibles. De hecho, en Urbanismo estuvimos desarrollando un paquete legislativo para reducir la burocracia. Yo creo que en este momento la sociedad nos pide que reduzcamos, si no leyes, sí algunos artículos de alguna ley para que las cosas se tramiten con más agilidad.

-Pero lo que usted dice es contrario a lo que hace el PP que tiene a mérito aprobar en cada legislatura más leyes que en la pasada.
-Sí, pero yo creo que hay etapas diferentes. Como presidente de Les Corts tramitaré como es lógico aquello que los grupos parlamentarios propongan. Pero haciendo una reflexión en voz alta, estamos en un periodo en el que creo que tenemos que hacer lo necesario para que las cosas sean ágiles, fáciles, que se puedan conseguir inversiones para que la crisis pase lo antes posible, y a eso tenemos que dedicarnos. Si desde la Cámara se puede contribuir, creo que han de hacerlo los grupos parlamentarios.

-De esta proliferación de leyes también se quejan los inversores, sobre todo extranjeros, que han de dominar diecisiete legislaciones distintas antes de invertir en España.
-En algunos casos hay legislaciones contradictorias, casi entre un término municipal y el siguiente si lindan con otra Comunidad autónoma. Eso no es razonable. Cualquier ciudadano del mundo ha de poder invertir en nuestra Comunidad con las mayores facilidades posibles. Además, la legislación europea marca prácticamente toda la legislación española y autonómica. Por ejemplo en el terreno agrícola. Fíjese lo que ha pasado con la entrada de productos marroquíes en la Unión Europea, en la que por primera vez la Comisión ha puesto un veto por dar un trato de favor a Marruecos que perjudica a España y muy especialmente a Valencia. Por lo tanto, hemos de saber dónde estamos en esta polémica y no podemos hacer legislaciones contradictorias.

-¿Habría que devolver competencias al Estado?
-Yo creo que hay competencias que el Estado debe replantearse. Aquella frase de «Llibertat, amnistia i Estatut de Autonomia» pues eran necesidades que en aquel momento ocurrían. Hoy tenemos el Estatut d'Autonomia, todas las Comunidades ya tenemos un Estatuto de autonomía de segunda generación, pero las competencias del Estado tienen que venir unidas de financiación, porque las Comunidades no tienen capacidad recaudatoria. Muchas cosas de las que se han trasferido sin recursos para que vayan adelante, habrá que replantearse: o viene el dinero o tenga usted la competencia.

-¿Educación sería una de ellas?
La Educación ha de tener unos hechos diferenciales. Una Comunidad como la nuestra que es bilingüe, tiene que tener un hecho diferencial, pero lo que sí está claro es que esa educación ha de financiarse adecuadamente.

-Uno de los textos más polémicos que entrarán en Les Corts esta legislatura es la de la educación en tres idiomas. ¿Hacia falta cambiar la Llei d'Ús que llevaba tantos años en vigor?
-Yo creo que la inmensa mayoría de ciudadanos les gustaría que sus hijos supieran un idioma además de valenciano y castellano: inglés, alemán, chino... La lengua es un vehículo de entendimiento, y que impulsemos ese vehículo es una necesidad.

-¿Y usted piensa en castellano o en valenciano?
-En valenciano, porque así me enseñó mi madre.

-¿El presidente de Les Corts puede ir al pleno del Consell?
-Si algún día me invita el presidente podría ir, pero no parece que sea lo que yo deba de hacer. Yo no pinto nada en el Ejecutivo.

-Han criticado que no se reduzca el gasto de los grupos.
-La Mesa no es la que vota. Los que proponen a la Mesa los temas son los grupos, y todos los grupos parlamentarios lo hicieron por unanimidad. Yo insisto en que en aquello que es competencia de la Mesa y de este presidente, la austeridad va a funcionar, y se aprobarán medidas a principios de septiembre, que tendrán que ver con la optimización en el gasto de recursos.

-¿Va a ser más duro en la dirección de los plenos?
-Es bueno debatir lo que se debe debatir y escuchar a la gente, pero no hemos de salirnos de lo que se debate. Y eso hay que ir ordenándolo y espero que todos los diputados lo entiendan por el bien de la Cámara.

-¿Hasta dónde debe llegar el decoro parlamentario?
-La gente entiende que sus representantes, los que cobramos el sueldo que nos paga la gente, debemos aplicar el planteamiento de urbanidad y que el decoro está en el conjunto de los Parlamentos del mundo, aunque alguien pueda pensar que alguno de sus votantes pueda ver bien otro tipo de estética. Si aplicamos el sentido común, no habrá que aprobar reglamentos al respecto.

-¿La vía de expresión de las camisetas es válida?
-Yo creo que no. Normalmente en un Parlamento si uno aparece con un cartel, se le pide que lo retire. Si lleva el cartel puesto, mire usted, es el mismo cartel. La gente estoy convencido de que lo entenderá y no será necesario entrar en este debate.