Balón de Oro
Cristiano más goleador y solidario
Cristiano Ronaldo y Messi recibieron ayer el trofeo «Pichichi» y «Alfredo di Stéfano», respectivamente, como máximo goleador de la Liga la pasada campaña (41 goles en 34 partidos, un récord absoluto), y como mejor jugador de la temporada en todas las competiciones.
Messi no estuvo presente, ni Valdés (premio «Zamora» por tercera edición consecutiva), sí estuvieron Mourinho (premio «Miguel Muñoz» al mejor técnico de la temporada, para sorpresa suya, no se lo esperaba «viendo la puntuación de los periodistas de "Marca"en sus crónicas de los lunes») y Cristiano Ronaldo, aunque no se le vio disfrutar mucho del galardón que concede el diario «Marca», pues parecía preocupado de la hora y de coger el avión para concentrarse con su selección.
Pero es que, además, este Cristiano parece más humilde, menos subido, menos protagonista... Como en el campo. El portugués, menos gesticulante, menos ansioso y menos tendente a los aspavientos que en sus temporadas precedentes, se descubrió en Cornellà más proclive al último pase que a seguir la jugada y marcar él. Dio dos «asistencias».
«Nada es imbatible en el fútbol, todo es posible. Vamos a ver qué pasa en los próximos años. Nunca se sabe si alguien, o yo mismo, puede batir mi récord de 41 goles. El que lo haga, lo merecerá», dijo al recoger el trofeo, al mismo tiempo que se negó a responder quién era más guapo, si Neymar o él, o a hablar de sus planes de boda. E hizo bien, porque tanto el club como él mismo tienen prisa por que se olvide, cuanto antes, su frase «tipo L'Oreal» de «porque yo lo valgo», aquella de que le insultan porque es «guapo, rico» y le «tienen envidia».
Desde luego, sus números de esta temporada le dan la razón. Lleva más goles que la pasada a estas alturas. Entonces, con seis partidos jugados, había marcado tres. Actualmente, lleva siete. Además, el portugués demuestra una mejor progesión en cuanto a pases de gol. En la pasada Liga ofreció nueve «asistencias» a sus compañeros, en ésta, ya lleva tres. «Es parte de mi trabajo. Mis compañeros también me pasan y yo a ellos. Hay que hacer lo mejor para el equipo. Hay que triunfar. Ellos me ayudan y yo a ellos».
También Mourinho se mostró humilde, aunque, ¡la verdad!, poco elegante. La sinceridad, otra vez, le jugó una mala pasada, pues no es necesario incidir, en casa de quien te homenajea, en que le das más valor a la victoria frente al Espanyol que al premio al mejor entrenador. Fuera de eso, afirmó que para él la pasada temporada fue «divertida y movida», y en esa línea de humor bromeó con que será mejor no sentarse en el banquillo en Liga de Campeones, pues «se están ganando todos los partidos», y le hizo un guiño a su árbitro favorito, Mateu Lahoz (premio Guruceta): «Deja jugar, con él se juega y el fútbol es para jugar». En lo deportivo, anunció que espera que en quince días Sahin sea dado de alta médica.
✕
Accede a tu cuenta para comentar