Despacho con vistas al PSOE por José AGUADO

Una foto de su hijo, un libro de García Márquez y otros libros que parecen elegidos sólo por sus títulos: «Back to work» (Vuelta al trabajo), de Bill Clinton, «El juego del cambio» y «La democracia posible». Carme Chacón está estudiando sus movimientos, casi tanto como los de Alfredo Pérez Rubalcaba y no hay detalle ni decorado que no esté vigilado por su equipo de campaña. Poco a poco va preparándose para la gran batalla de febrero: ayer consiguió un despacho de trabajo, en la calle Ferraz, en el centro de Madrid, cerca del parque del Oeste y, sobre todo, desde donde se atisba la sede del PSOE, que para Chacón debe de ser como abrir la ventana y observar el horizonte.
Ese despacho es su cuartel y desde allí prepara su ataque contra Rubalcaba. De los mimitos teatrales de la campaña electoral han pasado a una fase en la que se están pegando cada vez con menos sutilidad. Quizá por eso, en el PSOE, a Chacón le han concedido un despacho, pero le han negado un cara a cara, no suceda que el asunto se vaya de las manos y que ambos candidatos empiecen hablando de socialdemocracia, tercera vía, el nuevo socialismo y acaben como acaban estas cosas, soltándose lo que de verdad piensan y les importa: «Que tú más; y mi despacho, ja, es más grande que el tuyo».