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Rajoy baraja poner al frente de la economía a un independiente

Mantiene una estrecha relación con José Manuel González-Páramo, miembro del Banco Central Europeo, y con el ex gobernador del Banco de España, Jaime Caruana 

Mariano Rajoy, durante la entrevista que ofreció hoy en el programa "Así son las Mañanas"de la COPE que dirige Ernesto Sáenz de Buruaga.
Mariano Rajoy, durante la entrevista que ofreció hoy en el programa "Así son las Mañanas"de la COPE que dirige Ernesto Sáenz de Buruaga.larazon

MADRID- Los movimientos y la información en materia económica que maneja Mariano Rajoy, de la que ha hecho gala en «maitines» y con su equipo más cercano, están sirviendo para apuntalar en las «quinielas» del partido la tesis de que dejará la Economía en manos de un independiente. En estos últimos años él se ha hecho una buena «cartera» de contactos externos dentro de su agenda de actividad no pública a la que ha dado casi tanta importancia como a la que quedaba registrada con luz y taquígrafos.

En el PP, por ejemplo, se ha instalado la teoría de que su candidato mantiene una estrecha relación con José Manuel González-Páramo, miembro del Comité Ejecutivo y del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo; o con Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España y ex jefe de temas financieros del FMI. Rajoy, por supuesto, no ha hablado ni media palabra con nadie, ni siquiera con su círculo más cercano, sobre las personas con las que cuenta para su próximo Gobierno. Pero en el partido han empezado a interiorizar con normalidad que la cartera más importante del primer Gobierno de Rajoy podría quedar en manos de alguien sin «carné» del PP. El líder popular viene insistiendo, en público y en privado, que su intención es rodearse de un equipo técnico, de profesionales, donde lo que pese sea la valía, el conocimiento de la materia en cuestión y, por supuesto, tanto en este caso como por ejemplo para el Ministerio de Exteriores, el dominio de idiomas. El responsable de economía podría incluso encontrarse con que entre sus primeras obligaciones está la de tantear el terreno en Europa para que acepten negociar una prórroga en el objetivo de déficit del 3 por ciento estimado para 2013.

El PP ya trabaja con el escenario de que el desfase de las cuentas autonómicas no permitirá este año cumplir el objetivo del déficit del 6 por ciento del PIB comprometido para el conjunto de las administraciones públicas, lo que les obligará a hacer un ajuste extraordinario al inicialmente previsto.

Aun en el caso de que finalmente sea un independiente el elegido para dirigir la recuperación y asumir el coste de las decisiones difíciles que llegarán en el primer año, en el PP creen que Rajoy le otorgará poderes de vicepresidente. Y si el vicepresidente económico no tiene carné, su contrapeso será otra Vicepresidencia política para la que hay un nombre fijo en todas las quinielas, el de la portavoz en el Congreso y «número dos» en la candidatura por Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría. Quien llegue a la cartera económica tendrá que lidiar con un toro más complicado que el que el PP se encontró en 1996, cuando el Gobierno de Aznar –recuerdan en Génova, con evidente intención– se llevó la sorpresa de que los cajones guardaban hasta un punto de PIB más de gasto que no figuraba en la documentación del traspaso de poderes. También entonces el PP tuvo que decretar la no disponibilidad de crédito hasta revisar el estado de las cuentas. Ahora, sin embargo, han anunciado que harán unos Presupuestos nuevos nada más llegar a La Moncloa. Ayer, en la Cope, Rajoy confirmó que propondrá una reforma laboral para ir a un modelo con «tres o cuatro» tipos de contratos, en el que, además del contrato indefinido, haya uno «con una indemnización que no sea la de los 45 días» y contratos temporales para determinados sectores de actividad, como la hostelería.