Música

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Profeta en Linares

El que sostenga que nadie es profeta en su tierra es porque no conoce a Raphael. Para Linares, la ciudad que lo vio nacer –y de la que se separó con apenas nueve meses–, el célebre intérprete sigue siendo un ídolo.

El cantante se mostró «feliz, satisfecho y muy agradecido»
El cantante se mostró «feliz, satisfecho y muy agradecido»larazon

No en vano, cientos de personas se congregaron en torno a la céntrica Iglesia de Santa María para ovacionar a su ilustre vecino, que ayer inauguró el museo de El Pósito. Este espacio no sólo busca ser un referente de la cultura linarense, también se ha convertido en todo un recopilatorio de los éxitos de su hijo pródigo. El artista local con mayor proyección en el mundo, no dudó en aprovechar una pequeña pausa de su gira en América para acudir al evento y expresar que está «feliz, satisfecho y muy agradecido».

Disco de uranio

Raphael quiso aclarar que estaba dispuesto a revolucionar el concepto de museo. «Tiene una particularidad que no poseen otros. La mayoría se dedican a personas ya fallecidas, pero este se irá engordando», aclaró el artista, dispuesto a disipar las dudas de quien crea que este espacio es sinónimo de jubilación. Coqueto, elegante y expresivo –sin caer en vagos sentimentalismos– también quiso dejar claro que su mirada siempre apunta al frente. «No soy nostálgico, ni miro al pasado quejándome. La persona que se pone a recordar, se para; pero yo estoy en activo», comentó Raphael.

El cantante de Linares es uno de los tres artistas del mundo que tiene en su poder un disco de uranio (lo que equivale a más de 50 millones de copias vendidas). Sólo el mítico grupo «Queen» y Michael Jackson pueden presumir de tal galardón. Sin embargo, pese al singular mérito de este reconocimiento, entre los retales de su carrera que recoge el museo, Raphael destaca entre sus piezas favoritas algunas de las reliquias que supusieron el inicio de su carrera. Entre ellas: el disco de «El tamborilero», que consiguió notable éxito a través de la televisión- y el galardón del Festival de Benidorm de 1962,su lanzadera hacia una vida profesional plagada de triunfos.

En el acto Raphael estuvo arropado por su familia. Su mujer, Natalia Figueroa y sus dos hijos mayores. También su consuegro, José Bono, no dudó en asistir al encuentro manteniéndose en un discreto segundo plano. «Pepe y yo somos muy amigos al margen de nuestros lazos familiares», comentó Raphael.


Tecnología 2.0
Además de recoger la evolución profesional de Raphael y ser un escaparate
único que aglutina mobiliario, trajes, anotaciones, curiosidades, premios y la discografía completa de artista, El Pósito es un museo que ha integrado la tecnología 2.0, como así lo atestiguan los «tablets», que se reparten a la entrada.