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El «Rambo de Olot» planificó los crímenes con tiempo según los Mossos

La Razón
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BARCELONA- Pere Puig, el «Rambo de Olot», confesó a sus captores que meditó y gestó largo tiempo los crímenes que se le imputan. Así lo declararon ayer en la Audiencia de Girona los agentes locales que detuvieron al acusado de asesinar a tiros a cuatro personas ahora hace un año en la localidad gerundense así como el sargento jefe de homicidios de los Mossos d'Esquadra que se hizo cargo del caso.

Todos los policías coincidieron en señalar que Puig se mostró tranquilo y sereno y que mantuvo un discurso coherente sobre los hechos en todo momento. Puig admitió, según la declaración ante los agentes, ser el artífice del tiroteo en la sucursal bancaria de la CAM y añadió que también había disparado su rifle en el bar «la Cuina de l'Anna». Reconoció también que llevaba tiempo pensando en perpetrar los crímenes y que esa mañana, la del 15 de diciembre del año 2010, se despertó con la convicción de que ese era el día indicado para culminar su plan. Señaló, asimismo, que mató al constructor Tubert y a su hijo porque le debían la paga de Navidad y otra de junio y «aquello de que le torearan un poco dándole largas y eso» le hacía sentirse mal, según contó el agente que detuvo a Puig.

Y, en cuanto a los trabajadores de la CAM, Puig explicó que le reclamaban 5.000 euros que él ni debía, ni había gastado ni podría pagar. «Por mi experiencia, y después de haber visto toda la secuencia de los hechos, entiendo que lo tenía premeditado y sabía a quién iba a matar, porque tuvo oportunidad de matar a más gente y no lo hizo», apuntó el sargento de los Mossos d'Esquadra.