Recuperar

El problema entre Occidente y los islamistas se agrava con noticias más negativas cada día. El opGobierno sigue con su política de apaciguamiento como la más adecuada, pero los hechos, tozudos, le contrarían. Los terroristas islámicos no dudan en hacer visible su permanente enfrentamiento con la cultura cristiana y su pretensión de derrotarla para imponer la suya. La penúltima amenaza, ayer mismo: la recuperación por la fuerza de Ceuta y Melilla y su integración en un «Magreb islámico». Recuperar significa conseguir algo que anteriormente se tuvo en propiedad y, sin embargo, Ceuta y Melilla nunca fueron marroquíes, pues son dos ciudades españolas que existen como tales con anterioridad a la formación del reino de Marruecos. Pero cuando no son los dos enclaves españoles en el norte de África, es el Sahara y si no, el problemático embajador que ha enviado Mohamed VI, o los españoles apaleados en El Aaiun…Cualquier ocasión es buena para hallar un desencuentro que ponga patas arriba la serenidad que, inútilmente, pretende recobrar el Ejecutivo haciendo oídos sordos a las continuas provocaciones. Para los islamistas, toda España, y no sólo Andalucía, es «Al Andalus»; una tierra ocupada en su día por los musulmanes y que ahora tratan de reconquistar. Seguro que no todos los que profesan la religión musulmana son terroristas como tampoco todos los nacionalistas vascos son terroristas ni todos los palestinos de Hamas. Pero esta realidad no debe ser obstáculo para preparar un plan que frene el avance con violencia de estos extremistas.