IU deja solo al alcalde en la defensa del sobrecoste del Metropol Parasol

SEVILLA- El voto de calidad del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, fue el que permitió ayer una nueva inyección de 13 millones de euros para completar la financiación del Metropol Parasol. Se trata de la segunda modificación presupuestaria que sufre el proyecto tras los 17 millones aprobados el pasado mes de enero, aunque la iniciativa estuvo a punto de quedar en el dique seco tras una ajustada votación plenaria. La propuesta cosechó 15 sufragios negativos procedentes del PP y 15 afirmativos del PSOE. El socio de gobierno, IU, se abstuvo y ni siquiera su portavoz, Antonio Rodrigo Torrijos, explicó las razones que llevaron a su grupo a inhibirse. De esta manera, la coalición de izquierdas sigue guardando un silencio cómplice en relación con una de las obras municipales más costosas.El regidor sí tomó la palabra para defender que el millonario sobrecoste cuenta con todas las bendiciones jurídicas y administrativas. «El proyecto se atiene a la norma y al procedimiento», aseguró Monteseirín, quien se vanaglorió de su «ambición» para urbanizar el solar de la Encarnación. «El PP no tuvo la valentía política para construir allí», subrayó, no sin antes dejar claro que «el que no se complica la vida no recibe luego la confianza de los ciudadanos». El alcalde, que justificó el retraso de las obras y las nuevas modificaciones presupuestarias por el complicado escenario de crisis, argumentó de una manera personalista su apuesta por el proyecto del alemán Jürgen Mayer. «Quería para la zona norte del casco histórico una construcción de referencia para salvarla de la decadencia», señaló.Por su parte, el delegado de Urbanismo, Manuel Rey, desveló que el impacto económico en la ciudad durante la construcción del proyecto asciende a 120 millones de euros, según un estudio que sigue elaborándose. Tras su apertura, las polémicas setas tendrán un efecto sobre el turismo que ascenderá a 165 millones de euros. «El Metropol Parasol permitirá vertebrar turísticamente el casco histórico, puesto que servirá de conexión entre las zonas norte y sur», remarcó.En este punto, el concejal del PP Francisco Pérez terció para exigir los «nombres y apellidos de las personas que han cometido los errores que han provocado este sobrecoste». Pérez, que calificó la iniciativa de «proyecto estrellado», cifró el desvío presupuestario en 38 millones de euros, un 70 por ciento más de lo previsto. También aseguró que el sobrecoste supone un «fraude electoral» y se preguntó «por qué no se pudo saber que su construcción era imposible en mayo de 2007». «Ni con los datos del impacto económico han conseguido convencer a su socio», dijo.