Europa

Cantabria

Bronca a Zapatero en el inicio de su gran cumbre

Fue recibido con pitos y abucheos en Santillana del Mar y dio la espantada en el acto de La Bolsa

José Manuel Durao Barroso, Miguel Angel Revilla, José Luis Rodriguez Zapatero y la alcaldesa de Comillas Teresa Noceda
José Manuel Durao Barroso, Miguel Angel Revilla, José Luis Rodriguez Zapatero y la alcaldesa de Comillas Teresa Nocedalarazon

Por si la semana no había sido suficientemente tensa, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue recibido ayer con abucheos y pitos en la Plaza Mayor de Santillana del Mar. El primer acto público de la semana más importante para la Presidencia española de la Unión Europea no pudo arrancar peor. Rodríguez Zapatero, visiblemente afectado, aguantó como pudo los gritos de «¡Fuera, fuera!» y los silbidos que le dispensararon el medio millar de manifestantes que lo aguardaba a la salida de su encuentro con el presidente de México, Felipe Calderón, quien presenció el abucheo junto a su esposa. Después del mal trago, Zapatero y Calderón intercambiaron cuatro banderas históricas arrebatadas en el campo de batalla durante la guerra de Independencia del país iberoamericano. Fue el punto de partida de una cumbre bilateral en la que tanto Zapatero como Calderón acordaron dar un mayor impulso al intercambio comercial y a los flujos de inversión. A la reunión entre los dos países siguió la cumbre UE-México, la primera de una lista de encuentros que se celebrarán en Madrid hasta el miércoles en el marco de la VI Cumbre entre la UE y América Latina y Caribe (UE-ALC). Por la tarde, el presidente dio plantón a un nutrido grupo de empresarios y mandatarios americanos asistentes en la Bolsa de Madrid a la III Cumbre Empresarial Unión Europea-América Latina y Caribe. Zapatero excusó su presencia con tan sólo media hora de antelación al inicio del acto. Fuentes monclovitas disculparon su ausencia en la madrileña Plaza de la Lealtad. «Ha tenido que atender una serie de llamadas importantes. Además, no llegaba a la inauguración» de la cumbre desde Santander, confirmaron a este diario fuentes de la Moncloa. El presidente fue sustituido por la vicepresidenta primera. Sin embargo, Teresa Fernández de la Vega tampoco hizo acto de presencia. La número dos del Gobierno, al igual que Durao Barroso, no consiguió llegar a tiempo a Madrid desde la capital cántabra.El Gobierno tiene puestas todas sus esperanzas en esta cumbre tras el fiasco de la otra con EE UU prevista para junio y que quedó suspendida depués de que el presidente de EE UU, Barack Obama, anunciara que no tenía pensado visitar España. El Ejecutivo no quiere dejar pasar esta oportunidad de mejorar su presencia económica (y de paso la de sus socios europeos) en el mercado iberoamericano, un territorio en el que ha ido perdiendo peso ante el empuje de Brasil. Zapatero empezó en Santander con México, a cuyo Gobierno le trasladó públicamente el interés de las empresas españolas de lograr adjudicaciones de contratos en México y de intensificar el comercio entre los dos países. Según informó la Presidencia de la República mexicana en un comunicado, Calderón expresó su agradecimiento al Gobierno español por su «valioso» apoyo en el reconocimiento a México como socio estratégico de la UE (un estatus que obtuvo en 2008) así como para la adopción esta tarde del Plan Ejecutivo Conjunto que llenará de contenido esta asociación. También intercambiaron puntos de vista sobre temas prioritarios para México y España, como los derechos humanos, el cambio climático, la reforma del sistema financiero internacional, la VI Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea que se iniciará hoy en Madrid y la situación actual en América Latina y Europa. En la reunión estuvieron acompañados por la vicepresidenta primera del Gobierno español, los ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y Patricia Espinosa; el secretario mexicano de Economía, Gerardo Ruiz Mateos y el Director de ProMéxico, Bruno Ferrari.

Revilla, a vueltas con el AVE Aunque el presidente de Cantabria empezó el día «con pocas ganas de ir al aeropuerto» a recibir a Calderón y a Zapatero (que finalmente llegó en otro avión), al final de la jornada se mostró más animado. Y es que el presidente del Gobierno destacó durante la apertura de la cumbre UE-México en Santander la «pasión» con la que Revilla habla de la llegada del tres de alta velocidad . «No voy a decir nada más», indicó el jefe del Ejecutivo, para añadir que ambos tienen una «conversación pendiente». Revilla hizo referencia a la paralización de las obras del AVE y señaló que «no está para bromas», al tiempo que se mostró convencido de que «hay pasta» para esta obra y de que el Gobierno «reflexionará» y «se van a desdecir de esta medida absolutamente arbitraria». El presidente cántabro señaló que pudo hablar con Zapatero en la noche del sábado, aunque no quiso desvelar el contenido de la conversación. No obstante, insistió en que lo del AVE «es un disparate» y calificó de «barbaridad» que el ministro de Fomento, José Blanco, haya dejado ver «que quiere que vayamos a Bilbao» cuando los proyectos «están adjudicados».