«La vuelta de José Tomás es apasionante»

Las Tertulias de San Isidro en el Café de Oriente hablaron ayer de toros. Y hablar de la actualidad de la Fiesta, a pesar de estar en mitad del ciclo madrileño, obligaba a hacerlo del mito José Tomás. Su sombra es alargada. Y su regreso, previsto para el próximo 23 de julio en Valencia, aún más. Para ello, Nacho Lloret, uno de los gestores del coso de la calle de Xátiva, acudió a un coloquio en el que analizó cómo se gestó una vuelta confirmada a toda velocidad. «Se fraguó en un plazo relativamente corto, pero detrás de su negociación había mucho trabajo de tiempo atrás. Todo fue tan apresurado, porque no se había firmado nada, dependía de unas pruebas en el campo esa misma mañana, entonces Salvador Boix dijo que tiraban para delante y según se cerró, se anunció a los medios», recuerda Lloret en lo que define como «una gratísima sorpresa» que supone un reto «apasionante». Su presencia sirve para «dar continuidad a las Fallas y al mano a mano de Miura y Victorino con otro gran atractivo» en lo que responde a su modelo buscado de lo que «debe de ser una plaza de temporada». «A pesar de esa celeridad, fijaros cómo estaba la rueda de prensa... Estaba en un supermercado cuando me confirmaron la noticia y empecé a celebrarlo dando brincos... Me debieron tomar los dependientes por un loco», aseguró antes de reconocer que desde esa misma mañana ya le estaban pidiendo entradas. «Daremos cuatro o cinco corridas de toros por San Jaime, y creemos que mucha gente va a sacarse el abono entero, porque por 200 euros se aseguran ver a José Tomás y varias corridas más... En reventa, sólo esa entrada les valdría mucho más», explicó.

Criado en sus fincas, Victorino Martín es voz autorizada para hablar del otro gran ilustre de Galapagar. «Nunca deja un cabo suelto, si ha dicho que toreará doce tardes, no serán ni once ni trece. Sabe por qué Valencia es la primera y Barcelona será la última y, por lo que le conozco, me aventuraría a decir que no va a ir este año a Bilbao, por mucho que allí lo están esperando».

Precisamente, ausente también estará el ganadero madrileño este año en Madrid. «El encierro de Sevilla no hubiera pasado el corte en Madrid, que es mi casa, no tenía material para venir con todas las de la ley y si no puedo hacerlo así, prefiero decirlo y no venir, porque sería un suicidio», aclara antes de anunciar que ya ha avisado de que «sí» tiene corrida para la próxima temporada, «ahora depende de llegar a un acuerdo con la empresa».

Otro criador madrileño, Victoriano del Río, ya vela armas para la corrida de la Beneficencia, en la que lidiarán sus toros. «Sufro mucho los días antes, porque la exigencia es terrible e infinitamente superior a los límites de la prudencia». «Tengo fe en la corrida, pero temo el listón de la presentación, porque en Las Ventas se pide el toro con cuajo y gusta que los pitones estén bien arriba», afirma el ganadero.

Ambos ganaderos, Victorino y Victoriano, coincidieron en la necesidad de modificar un tercio de varas cada vez más dañino para el toro. «Se les pica trasero el noventa por ciento de las veces y se les deja casi un minuto en el caballo», se lamenta Victorino Martín. Su colega Victoriano del Río va más allá y reclama «multas y sanciones».

En la mesa, moderada por Patricia Navarro, responsable de la sección de toros de LA RAZÓN, también estuvo presente el novillero Diego Silveti, que debuta en Madrid el 30 de mayo, para convertir a su dinastía en la primera con cuatro generaciones de toreros haciendo el paseíllo en el coso venteño. «Estoy muy ilusionado, llego en un momento muy bueno y quiero que esta plaza me vea, como vio en su día a mi familia», asegura recién llegado de Barcelona, donde el domingo descubrió a «una afición muy cariñosa». «No me frena el apellido que llevo, al revés me anima a seguir su estela», comenta. A su izquierda, Máximo García Padrós –cirujano jefe de Las Ventas– reconoce que «nunca» ve la corrida en el ruedo: «Es más útil verla en la enfermería, con los avances de televisión y las repeticiones, cuando llega el herido te has hecho ya una idea de posibles trayectorias, cornadas y caídas».

Además, Cristina Sánchez y Alejandro Da Silva completaron una terna de lujo. La matadora, actualmente diseñadora de una línea propia de ropa «que está funcionando muy bien», acaba de ampliar mercado en Ronda y sigue «vinculada al toro como deseaba» en su papel de comentarista. Mientras, su marido, destacó «las dificultades de un año complicado para los toreros del sector medio y los jóvenes que empiezan». «Hay menos festejos y torean mucho menos», lamentó.