Sevilla

Juan del Álamo novillero: «Me veo maduro para este paso»

El torero charro tomará la alternativa el próximo 25 de julio en Santander 

Juan del Álamo, novillero
Juan del Álamo, novillerolarazon

Con su doctorado a apenas unos días vista, ya en el horizonte, Juan del Álamo prepara «el día más importante de su carrera» hasta la fecha, a caballo entre la ilusión del que empieza y la madurez ya palpable del novillero que ocupa un lugar destacado en el podio del escalafón novilleril. El charro, inmerso en una temporada con altibajos como él mismo reconoce, espera que el toro le dé la firmeza definitiva a un toreo que debe convertirse en el pasaporte directo para convivir años y años entre las figuras.

–La ansiada alternativa ya está a la vuelta de la esquina.
–Sí, por fin la tarde que siempre soñé desde que empecé mi camino para ser torero. A pesar de que no ha sido positivo el paso por Las Ventas, llego en un buen momento, me veo capacitado y con la madurez necesaria para dar un paso así. Estoy entrenando y preparando la mente para el día 25, porque mi futuro depende mucho de lo que pase en ese paseíllo.

–Y el brindis, ¿para quién?
–Para mi padre y mi madre. Si están en la plaza, será para ellos, que me han sufrido y apoyado desde pequeño para alcanzar esta meta.

–Será en Santander y con dos figuras como El Juli y Perera.
–Me hace mucha ilusión. Es un cartel redondo, para arrear, la alternativa soñada porque me acompañarán dos figurones del toreo y porque será en una de las ferias más importantes del calendario. Pienso que no disfrutaré de todo durante el día, sino después. Lo saborearé más. Hay mucha responsabilidad y brillar entre figuras será complicado, pero voy a por la puerta grande. No llego con el ambiente deseado, pero nunca he perdido la fe en mí.

–Explíquese.
–No es que esté echando una mala temporada, pero después del año pasado tan macizo, creo que a éste le ha faltado más fuerza, más rotundidad, porque hay muchas expectativas depositadas en mí. La gente me está esperando y yo en algunos momentos, me he encontrado mal, bajo de ilusión, aunque poco a poco he ido remontando.

–Y ahora mismo se encuentra…
–Con todo en el aire. Esa falta de empaque ha repercutido en que no tengo tantas contrataciones cerradas como esperaba. Necesito pegar un pelotazo fuerte en la Feria de Santiago para relanzar mi futuro y aclarar mi panorama, si no para lo que queda de campaña, sí para empezar fuerte la siguiente. Ahora mismo, después del doctorado, sólo tengo atada la Feria de la Begoña en Gijón.

–Cuanto menos extraño para un novillero que lleva ya casi 20 festejos en junio.
–Puede ser raro, sí. Quizás la consecuencia de esta temporada con altibajos. O tal vez que, sumadas a las 40 novilladas del 2010, mi toreo pida ya el rigor del toro. No lo sé. He tenido tardes muy buenas en Valencia, Castellón, Sevilla, Garlin (Francia) o Zaragoza, pero en todas, la espada me privó del triunfo. Luego, hubo otras en las que además no me salieron las cosas como yo esperaba.

–Como Valdemorillo, ¿no?
–Fue mi primera novillada del año y también la peor. No me reconocía, desdibujado, todo en mi contra y sin chispa. Afortunadamente, en Castellón, corté dos orejas y recuperé las buenas sensaciones. Tuve en mi mano dar continuidad a esa racha, pero en las siguientes tardes, pinché con la tizona.

–Sus otros dos sobresalientes del año llegaron en Bilbao y Salamanca, su plaza.
–Sí, y, de nuevo sirvieron para remontar faenas adversas. Un triunfo en Bilbao tiene su peso, porque nunca es regalado, aunque me quedo con la encerrona en mi tierra. No lo digo por las orejas, pues no dejo de torear delante de mi gente, sino por las sensaciones. Me encontré muy a gusto y, encima, como añadido, sirvió para hacer disfrutar a mis paisanos. Fue una tarde perfecta.

–Un abismo con la nocturna del domingo en Madrid.
–Desde luego. Tengo que pulir pasos atrás como ése. De acuerdo que el encierro no valió nada, pero no sirve de excusa, porque yo tampoco estuve a la altura. Tuve uno de esos días malos y debo corregirlo. Después de todo lo que pasó con San Isidro, tenía muchas ganas de desquitarme, mostrar que se equivocaron dejándome fuera y por qué estoy entre los mejores novilleros. Pero no salió nada, sólo algunos matices de mi toreo como el quite por navarras. Poco más. En Santander espero resarcirme y triunfar en una tarde tan especial.

–Salamanca tiene actualmente muchos toreros, pero ninguna figura. ¿Llenará usted ese vacío?
–Todos tienen mi respeto. Son compañeros y no quiero quitar el sitio a nadie. Lo ideal es que tanto yo como ellos podamos ocupar la cima y compartirla. Luchar desde lo más alto. Si hay varios matadores de renombre, sólo puede haber beneficios para una ciudad tan taurina como Salamanca.