Por exceso de higiene por José Antonio VERA

El de las alergias comienza a ser un problema más que preocupante. Una de cada tres personas está hoy afectada y las cifras aumentan. El porcentaje se ha duplicado en los últimos 15 años en los países industrializados. Las enfermedades alérgicas están clasificadas en cuarto lugar por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la previsión es que pasen a ocupar el tercero en 10 años. En ese periodo, la mitad de la población las padecerá o habrá sufrido algún problema alérgico. Los afectados presentan mayor número de síntomas a lo largo de su vida. La edad en que estos se pueden manifestar es cada vez más amplia. En las últimas décadas, el número de personas que han presentado síntomas severos se ha multiplicado por 40. En primavera, 400 millones de personas en el mundo sufren rinitis alérgica. 300 presentan algún tipo de asma.
 ¿Por qué esta nueva plaga? ¿Serán las enfermedades alérgicas la epidemia del siglo XXI? Podría ser. Hay teorías sobre su origen. Los cambios en el ambiente, en nuestras viviendas, una alimentación muy diferente de aquella que teníamos hace 50 años, los progresos de la medicina y la utilización habitual de antibióticos. La vida en los países industrializados ha comportado un cambio en la tasa de humedad en las viviendas que ha favorecido el desarrollo de los ácaros. La presencia de animales de compañía en las casas contribuye también.
Muchos especialistas en todo el mundo asocian las alergias al exceso de higiene. Nuestro cuerpo estaba acostumbrado a luchar contra los microbios y los virus. La utilización de vacunas y el recurso a los medicamentos ha disminuido el número de infecciones. El sistema inmune humano esta preparado para luchar, pero al no tener ante quien, reacciona contra elementos naturales inocuos como el polen.
Esta teoría higienista viene avalada por estudios que ponen en evidencia que los niños que viven en granjas en contacto con patógenos y animales, desarrollan menos alergias que aquellos que viven en ciudades. No hay niños alérgicos en los países subdesarrollados africanos, por ejemplo. De la misma forma, los que viven en familias numerosas, que frecuentemente están en contacto con microbios, desarrollan menos síntomas de la enfermedad.
Lo peor es que ciertas alergias evolucionan hacia enfermedades graves, como el asma. Y que algunas empiezan a darse cruzadas: hay alérgicos al polen que reaccionan también con alergia a ciertos alimentos, sólo durante la temporada del polen, con síntomas que van desde la rinitis a molestias en la boca y la garganta al comer fruta fresca o verdura. Como regla general se desarrolla primero la alergia al polen y las reacciones cruzadas alimentarias surgen después. Es La última manifestación de una dolencia que cada día adquiere más perfiles de auténtica plaga.