Kristalina Georgieva: «Hemos aprendido la lección: Costa de Marfil no es Ruanda»

BRUSELAS- Este año ha comenzado para Georgieva como uno de los más activos, pero ella ya tiene experiencia porque en el 2010 coordinó con habilidad la respuesta europea para países como Haití, Chile y Pakistán, lo que le valió ser elegida la mejor comisaria.

–Acaba de regresar de Japón, donde ha sido el primer alto cargo extranjero en visitar la zona, ¿empeora la situación en la central de Fukushima?
–Tenemos que diferenciar entre lo conocido y lo desconocido, como cuánto van a durar las filtraciones radiactivas que estamos viendo y su zona de impacto, que de momento está contenida. Sabemos que si la filtración de radiactividad continúa sobre el agua del mar, como sucede, podría tener efectos duraderos, y se podría extender.

–¿Podría alcanzar a Europa?
–Los análisis y los expertos dicen que es muy improbable que la radiactividad alcance a Europa en unos niveles peligrosos para la población. Pero tenemos que observar que Japón, el país mejor preparado para tsunamis, se ha visto que no lo estaba suficientemente en términos de informar a la población. Y en Europa todavía tenemos un camino por delante para alcanzar a Japón. Nuestra atención se centra hoy en la respuesta a los desastres. No es suficiente. Debemos movernos hacia una cultura de prevención, y hacerlo rápido. En Europa hemos ido hacia unos estándares altos de seguridad nuclear. Pero, ¿podemos estar seguros de que hemos hecho todo? Tenemos que reconocer que el mundo se ha convertido más vulnerable a los desastres naturales, y eso se tiene que reflejar en la cultura de riesgos.

–Respecto a Libia, ¿teme que una posible escalada militar cause la tragedia humanitaria que aún no hemos visto?
–La tragedia humanitaria que podía haber pasado, y por fortuna no ha sucedido, hubiera sido una masacre en Bengasi. El riesgo estaba claramente allí. Estamos preocupados porque en las zonas controladas por Muamar Gadafi no hay acceso para los trabajadores humanitarios, y tampoco hay información de lo que sucede. Si fuera la única manera de alcanzar a los civiles allí, la protección militar sería una opción, pero los «humanitarios» prefieren siempre actuar fuera de convoyes militares.

–¿Ha eclipsado Costa de Marfil a Libia? ¿Puede suceder una nueva Ruanda?
–Necesitamos concentrarnos mucho más en Costa de Marfil. Es una tragedia humanitaria, con 1,1 millones de refugiados, y con un impacto también para vecinos como Liberia. Nosotros hemos aportado 30 millones de euros de ayuda. La situación es tan complicada que no podemos revelar la identidad de nuestros colaboradores, hay mucha propaganda contra los extranjeros. Pero no es Ruanda; la comunidad internacional aprendió la lección allí. Hay una presencia significativa de cascos azules, la Unión Africana ha tomado una posición clara y el miércoles se aprobaron nuevas sanciones decisivas.

FRANCIA
París despliega sus tropas
El Gobierno francés ha desplegado sus fuerzas militares en Abiyán, la ciudad más importante de Costa de Marfil, con el objetivo de intervenir en el conflicto que vive el país africano. Además los soldados apostados en Licorne fueron enviados para rescatar a varios ciudadanos galos que habían sido atacados en el barrio de Deux Plateaux.