Gracias Navarro

Juan Carlos Navarro es el segundo mejor jugador de la historia del baloncesto español porque simplemente existe Pau Gasol, su compañero de habitación en las concentraciones de España. Si no... Navarro es un jugador diferente a su manera. Un tipo aparentemente normal, pero que es diferente a todo y a todos. Capaz de explotar en el tercer cuarto de una semifinal europea con 19 puntos en una exhibición individual que recuerda a mitos como Gallis o Petrovic. Él mostró el camino a la final y «compró los billetes» para los Juegos de Londres. Es su gran obsesión, el oro olímpico. El último reto para una generación en la que el liderato es compartido por Pau y por «La Bomba».

Cuando Macedonia todavía inquietaba y mucho apareció Navarro para liquidar las incógnitas a su manera. A lo grande. Acabó con 35 puntos y más de la mitad los consiguió en el tercer cuarto con un recital como no ha habido otro en el torneo. Es el tercero que protagoniza. En el primer cuarto ante Lituania anotó 15 puntos; en el tercero ante Eslovenia, 17; y ante Macedonia, el más difícil todavía. 19 puntazos que minaron la encomiable resistencia de los balcánicos. España peleará por el oro, el objetivo inexcusable. El premio para Macedonia, la lucha por el bronce, es todavía más valorable para una selección que llegaba al Eurobasket alejada de los focos.

Navarro dio pistas antes del descanso. Ya era el máximo anotador con 10 puntos, pero la Selección estaba lejos de controlar el partido. Tanto que Macedonia se fue por delante a los vestuarios (44-45) y eso después de soportar el primer estirón (31-22, min 12). La defensa a McCalebb de Rudy y Llull fue buena. El problema es que detrás del base hay un equipo cargado de sensatez. Nadie hace lo que no debe. Son todos tan responsables, juegan tan ordenados, son tan fieles a su estilo que eso les convierte en muy peligrosos. Antic, el ala-pívot, es el que manda en la pista. Transmite las órdenes de Dokuzovski, el mejor seleccionador del torneo. Él ordena y el resto obedece. Nadie se salta el guión y con un talento limitado fueron capaces de que España viviera intranquila hasta que apareció Navarro.

Porque el correcto partido en ataque de los Gasol no resultaba suficiente para descentrar a los macedonios (54-52, min 24). McCalebb comenzó a amasar cada ataque y el partido se dirigía a un final incierto, inesperado y demasiado peligroso para la diferencia real entre ambas selecciones.

Hasta que apareció Navarro. Anotó tres canastas consecutivas y cuando siente que entra en ebullición reclama el protagonismo sin cortarse. El resto del equipo sabe desde ese momento para quién debe jugar. El intercambio de canastas cesó. Se trataba de una guerra de Navarro contra la defensa de Macedonia. Atrás, el resto se preocupó de aumentar la intensidad, algo que no era demasiado complicado. Llegó el primer triple y un tímido despegue (63-58, min 27). Navarro sumaba once puntos casi sin pestañear. Otra «bomba» y la jugada con la que Macedonia asumió que luchaba contra un imposible. En el último segundo de posesión y a punto de tragarse el balón, Navarro se levantó desde siete metros. Lanzó apoyándose sobre una pierna, desequilibrado, con el defensor encima... Triple, el cuarto de su cuenta. Todavía quedaba uno más para cerrar unos minutos explosivos. Su quinto triple acababa con el tercer cuarto y dejaba vía libre para la final y para la cita olímpica (71-62, min 30).

Macedonia no se rindió. Traicionaría a sus principios. El cansancio, un poco de defensa y la aparición de Gasol evitaron sustos (84-78, min 37). El campeón de Europa defenderá el título; el subcampeón olímpico ya tiene un nuevo reto por delante. En ambos, por suerte, estará Navarro.


Ficha técnica:
92 - España (26+18+27+21): Pau Gasol (22), Rudy (2), Navarro (35), Calderón (3) y Marc Gasol (11) -equipo inicial-, Ricky (5), Llull (3) e Ibaka (11).
80 - Macedonia (18+27+17+18): Ilievski (15), McCalebb (25), V. Stojanovski (6), Antic (17) y Samarziski (12) -equipo inicial-, Sokolov, D. Stojanovski (3) y Chekovski (2).
Árbitros: Fabio Facchini (ITA), Srdan Dozai (CRO) y Spyridon Gontas (GRE). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales del Eurobasket disputado en el Kauno Arena de Kaunas ante unos 10.000 espectadores. Al partido asistió el secretario de Estado para el Deporte, Albert Soler.