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Los desmanes de una materia que nadie pidió

Los desmanes de una materia que nadie pidió
Los desmanes de una materia que nadie pidiólarazon

«Hay un solo país en el mundo que tiene un desarrollo aceptable y universalizable a la vez: Cuba»; «Es preciso que los jóvenes sean injustos con los hombres maduros, si no, los imitarían y la sociedad no progresaría»; Adán le dice a Eva: «Te advertí que a Dios no le iba a gustar que pensásemos»; «La Iglesia ha tratado de ocupar el lugar de las leyes con sus dioses»; «El derecho debe garantizar que cada uno pueda hacer con su cuerpo, con su sexo, con su vida o con su propiedad lo que quiera»; una foto en blanco y negro de una familia de trece hijos y, a su lado, a todo color, dos mujeres jóvenes y una niña. Y así podríamos llenar una páginacon los contenidos más controvertidos de una asignatura que nadie –y menos los padres– reclamó. Debido a su defensa a ultranza de la ideología de género, sus críticas al modelo de familia tradicional y los ataques dirigidos a la Iglesia, miles de familias –alrededor de 55.000 han objetado la asignatura en los últimos cinco años– no se han cansado de denunciar los contenidos aleccionadores presentes, no sólo en algunos de los libros de texto de Educación para la Ciudadanía, sino también dentro de las propias aulas. Ahí está, por ejemplo, el caso de aquellas escuelas en las que la asignatura era aprovechada para dar charlas sobre sexo a niños de 12 años sin el consentimiento de sus padres. De hecho, más del 90 por ciento de institutos públicos imparten talleres sexuales, la mayoría de ellos sin informar a las familias. Ahora, las familias sólo esperan una cosa de la Educación Cívica y Constitucional (ECC): que su derecho a educar a sus hijos según sus convicciones quede intacto.