La resolución del Comité de Competición de la RFEC no fue arbitraria, aplicó el artículo 296 del Reglamento Antidopaje de la UCI –«Si el corredor demuestra que no tiene ninguna culpa o negligencia, la sanción y el periodo de sanción aplicables serán eliminados»–; grosso modo, la conducta del pinteño no ha sido ni culposa ni negligente y le han exculpado. Competición basa el perdón en un informe de 35 folios que desde ayer obra en poder de la Unión ciclista Internacional y de la Agencia Mundial Antidopaje.
Desde Omán, donde estos días se disputa allí una carrera, Pat McQuaid, presidente de la UCI, sorprendía al mundo con estas manifestaciones recogidas por Europa Press: «Es posible que no apelemos contra Contador». Menos impacto, por lo esperadas, causaban estas otras, también suyas: «Es deber del deporte regirse a sí mismo y el deporte debería estar autorizado a hacer esto. No creo que el proceso tenga que ser interferido por los políticos, cuando ellos no saben todos los hechos del caso, y cuando hacen declaraciones que son puramente políticas».
Prosiguió y confesó sentirse «decepcionado» por lo que considera presiones políticas. «Es injustificado, no ayuda tampoco a la imagen de España, demuestra que están predispuestos a apoyar por encima de todo, a pesar de que los hechos del caso puedan decir lo contrario. No han mejorado en su actitud», dijo, en clara alusión a las autoridades españolas, volviendo a poner en duda la lucha contra el dopaje en España. Y no es la primera vez que ataca.
Pese al desencanto, dudaba de si recurrirían al TAS: «Ahora lo discutiremos con la Agencia Mundial Antidopaje, y tenemos que tener todo el expediente del caso, que son 35 folios nuevos, antes de que tomemos una decisión en los próximos 30 días. Vamos a ver todo el dossier, pero es posible que no apelemos. Confío en que se resolverá antes del Tour».
Según especialistas consultados por LA RAZÓN, o «la UCI está jugando ahora al despiste y finalmente recurrirá», o lo que resulta más paradójico: «Si no apelase, como ha hecho en todos los casos de contaminación alimentaria, sería un escándalo». Otra lectura es ésta: quizá haya llegado el momento de cambiar la norma, porque el fallo del Comité español ha sentado un precedente, y a partir de ahora se castigue al infractor en cuyo organismo aparezcan sustancias prohibidas en un grado que indique sin lugar a dudas que existe dopaje. En el caso del clembuterol, pasar de las trazas y la insignificancia de los 50 picogramos a los 200.
Entre tanto, Alberto Contador compite desde ayer en la Vuelta al Algarve, en un intento por recuperar la normalidad y su carrera deportiva. Hasta finales de marzo, cuando la UCI confirme si recurre o no, vivirá en una perversa normalidad. Después, a saber lo que el TAS dirá, si su intervención en el proceso fuera absolutamente justa y necesaria y, de ser así, el telón caería en junio.
«Jurídico y científico, no patriotismo»
Contador entró con el grupo en la primera etapa de la Vuelta al Algarve, que ganó el belga Gilbert, y defendió su absolución por parte de la Federación. «No es una cuestión de patriotismo y sí jurídica y científica», dijo. Reconoció que ahora está «más tranquilo», pese a que la UCI y la AMA pueden recurrir al TAS, y que espera que su caso «sirva para cambiar las normas».
McQuaid juega al despiste
Franceses, italianos, belgas, holandeses, alemanes, ingleses y estadounidenses, o sea, todos, han cargado las tintas contra el deporte español después de la absolución de Alberto Contador.
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