Roma

El último adiós a García-Gasco

Cerca de cinco mil personas acudieron al funeral del cardenal en la Catedral de Valencia

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VALENCIA- Con aproximadamente cinco mil personas, un intenso olor a incienso y un silencio sepulcral, sólo interrumpido por varias piezas de la Misa de Réquiem de Gabriel Fauré interpretadas por el coro, recibió la Catedral de Valencia el féretro del cardenal Agustín García-Gasco para proceder a su sepultura.
Tras quince horas de visitas continuas a la capilla ardiente desde que los restos mortales regresaron desde Roma el pasado lunes, el ataúd del que fuera arzobispo de Valencia hasta el año 2009 fue portado a hombros por doce jóvenes sacerdotes en una procesión iniciada en el Palacio Arzobispal.
En la comitiva, además de 31 obispos y arzobispos y más de 300 sacerdotes, también participaron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de la Diputación, Alfonso Rus.
Pero éstas no fueron las únicas autoridades que asistieron a la ceremonia presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, pues nadie quiso perderse la cita.
Así, en las primeras filas, además de los familiares de García-Gasco, destacaron la presidenta de las Corts, Milagrosa Martínez, el ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, los consellers, múltiples diputados, los rectores de la Universidad Católica y la Universidad Cardenal Herrera San Pablo CEU, numerosos representantes civiles, militares y judiciales e infinidad de órdenes religiosas.
Tras la misa exequial de casi dos horas de duración, el féretro fue descendido con cuerdas a la tumba excabada en la capilla de San José de la Catedral.