Retrasos en carreteras y trenes

BARCELONA- La fotografía real pone de manifiesto que Cataluña sufre déficits importantes más allá del corredor mediterráneo, como la conexión viaria y ferroviaria del Puerto de Barcelona. Y la clase política no está sola. El Grupo de Trabajo de Infraestructuras (GT14), formado por la Cámara de Comercio de Barcelona, el Círculo de Economía, el Racc y Fomento del Trabajo, también lleva tiempo pidiendo que se agilicen los proyectos estratégicos.

La conselleria de Territori i Sostenebilitat denuncia que, en materia viaria, Fomento tiene «abandonadas» varias obras. Según el departamento que dirige Lluís Recoder, sólo se han culminado el 10% de los proyectos acordados entre ambas administraciones en los ultimos años. Algunos ejemplos significativos, siempre según la versión de la conselleria, son el desdoblamiento de la N-II en Girona, la variante de la N-340 a su paso por L'Aldea y el Cuarto Cinturón, entre Olesa y Viladecavalls.

En una reciente interpelación en el Parlament, Recoder explicó que Fomento «tenía que gastarse 2.510 millones de euros en Cataluña, y sólo se han licitado 707 millones». «Más de la mitad de las obras que se pactaron no están ni en proyecto, y un 20 por ciento de ellas no tiene plazo de ejecución, y estamos hablando de obras muy importantes», añadió. La N-II es un ejemplo, pero hay otros, como la unión de la AP-7 y la A-2 en Castellbisbal, las obras de la A-27 en Valls-Montblanc, la A-14 entre Lleida y Almenar y los accesos a Tarragona. El Gobierno, por su parte, dijo ayer que desde 2004 ha ejecutado obras en la red catalana por 2.265 millones.

Más allá de las carreteras, la paralización de la privatización el aeropuerto de El Prat frustra los planes de la Generalitat de entrar en su gestión. Otro punto de fricción es el Plan de Cercanías de Renfe, con una inversión de 4.000 millones hasta 2015. Dicho plan fue aprobado en 2009, y Recoder denunció el mes pasado que «estamos casi a la mitad de este periodo, y sólo hemos recibido el 10 por ciento de lo estipulado».

Con todo, el descontento en Cataluña es palpable. El portavoz del Govern, Francesc Homs, considera que «sólo el 0,8 por ciento del total de licitaciones de obras iniciadas por el Estado en el año 2011 se han iniciado en Cataluña, por lo que la discriminación es evidente».